La Montaña de Arucas se deteriora. Los herederos de la Marquesa de Arucas negocian con dos empresas la cesión del antiguo mesón y todo su entorno turístico para acometer una cuantiosa inversión en la rehabilitación y explotación, pero chocan de frente con las dificultades para su puesta en servicio por la enorme deuda que dejaron sus anteriores inquilinos.

El mesón de Arucas pasa por sus horas más bajas. Una de las zonas turísticas más atractivas del Norte envejece a marchas forzadas, mientras los propietarios tratan de desenredar los problemas que han llevado a la actual situación de abandono, que comenzó hace casi cinco años por los impagos y el litigio con los arrendatarios, que se resolvió en julio del año pasado, cuando recuperaron las llaves del establecimiento.

Aunque los herederos han intentado reabrir el antiguo mesón, según constatan distintas fuentes, han chocado con un muro que no han podido franquear hasta el momento. El restaurante mirador carece de agua, luz y otros servicios básicos como consecuencia de los impagos heredados.

La alternativa que barajan es conseguir una nueva licencia municipal, aunque para eso tendrían que esperar a la aprobación del nuevo Plan General de Ordenación Urbana de Arucas, que está en su última fase de tramitación y que podría ver la luz a finales del verano, según fuentes municipales. Como opción, los dueños han mantenido contactos al más alto nivel con la compañía eléctrica Endesa para tratar de recuperar el servicio eléctrico, sin tener que hacer frente a la deuda, que algunas fuentes cifran en 26.000 euros. Una situación parecida sucede con el agua. Pero tampoco lo han conseguido, por lo que se encuentran en una situación de bloqueo que impide la reapertura del establecimiento.

Dos empresas se han interesado por la explotación de este negocio, garantizando una cuantiosa inversión para rehabilitar el mirador y todo su entorno como punto de interés turístico, además del propio inmueble, para volver a abrirlo como restaurante. Una se dedica a la hostelería y la segunda a actividades diversas.

Sin luz y sin agua

El deterioro que sufre la instalación es tal que existen problemas con las tuberías del suministro de agua, por lo que habría que hacer una cuantiosa inversión para elevar el suministro, o bien tendrían que recurrir a cubas y poner un motor, porque tampoco hay luz.

Mientras, el mesón sigue perdiendo su identidad a la espera de que el Marquesado logre romper con las cadenas dejadas por sus anteriores inquilinos para que recupere el esplendor de antaño.

Los propietarios han pretendido desde un primer momento mantener abiertas las instalaciones antes de negociar una fórmula de explotación, pero no han resuelto esas trabas. Y, ante la falta de acuerdo, se ven obligados a mantener cerrado el complejo hostelero, mientras su entorno se deteriorada a pasos agigantados.

La Montaña de Arucas gozó desde sus origen de un gran atractivo turístico, aunque hace unos años tuvo que sortear también los inconvenientes ocasionados por un cambio en la circulación en las calles del casco, que dificultó el paso a guaguas y visitantes.

Pero, sobre todo, la Montaña de Arucas es una excelente atalaya donde es posible contemplar una de las más bellas panorámicas del norte de la Isla desde cualquiera de sus miradores, que acogió durante décadas a miles de personas por su gastronomía.