¿Qué retos se ha marcado como presidente del Centro de Iniciativas Turísticas?

El Centro de Iniciativas Turísticas es una institución muy señera que ha defendido siempre la imagen de Gran Canaria. Mi idea es aumentar la base de socios y animar a los que lleguen y a los que ya estaban a participar en ese foro porque es importante para defender todo tipo de iniciativas que vayan en favor del crecimiento de la Isla y, en definitiva del empleo, que es lo que se necesita ahora.

¿Entre esas ideas figura apoyar la instalación de un teleférico en el Roque Nublo?

Por supuesto, la idea de instalar un teleférico en el Roque Nublo es muy importante, aunque es verdad que no estamos inventando nada nuevo. Es una iniciativa que ya se ha llevado a cabo en otros parques nacionales mucho más importantes de los que hay aquí. El Roque Nublo es un hito de Gran Canaria y nos encanta que de alguna forma se utilice un teleférico para que la gente lo conozca mucho más, y no creo que vaya a tener tanto impacto ambiental.

¿Qué piensa del proyecto de renovación del hotel Oasis? ¿Apoya el derribo o es de los que defiende que lo declaren Bien de Interés Cultural?

Ya el Centro de Iniciativas Turísticas se definió en contra de la demolición del hotel Oasis. Además, en mi caso represento a la familia Del Castillo, que construyó el hotel Oasis, y para nosotros es el buque insignia del turismo de Gran Canaria. Además, se trata de una gran obra arquitectónica. De hecho, muchos expertos han advertido que es un edificio representativo de la arquitectura moderna que merece ser conservada.

Pero, si el edificio está en malas condiciones, el hecho de que lo haya promovido su familia y sea un emblema de los sesenta no le quita derecho al dueño para derribarlo y construir otro

Entiendo que hay otras opciones para renovarlo y hasta para incrementar la edificabilidad que se pide en proyectos anexos al Oasis.

Hasta su padre, Alejandro del Castillo, ha dicho que ese hotel se levantó sobre una plataforma de cemento debido a que entraba agua del mar.

Eso no tiene nada que ver, esa cimentación funciona perfectamente en ese tipo de terrenos. Otra cosa es que no sirva para lo que se quiere hacer. Habría que mirar bien. No digo que la opción del BIC sea la mejor tampoco, porque no creo que para una empresa turística esa sea la mejor solución, declararlo BIC.

¿Está de acuerdo con las críticas del grupo Lopesan al proyecto de Riu y con la oferta que ha hecho a los mallorquines de permutarle el hotel por suelo en Gran Canaria o Fuerteventura para que dejen este espacio del Oasis?

Son posturas que puede tener Lopesan y en las que no me meto. La posición de Lopesan como vecino puede ser lógica porque lo que pretende Riu es ofrecer un edificio que va a terminar por canibalizar el producto turístico. Hay que tener claro si se va a apostar o no por una oferta de lujo, y entiendo que el proyecto que ha presentado Riu se podría mejorar.

¿Y qué opina del estado en el que están muchos centros comerciales de Playa del Inglés?

La situación es muy compleja. Habría que entrar en una evaluación de la Ley de Modernización Turística que es muy positiva para facilitar la inversión y la creación de empleo, pero la parte negativa es la continuidad de la moratoria que ha sido muy perniciosa porque aceleró las construcciones y hacerla permanente en plena recesión no tiene sentido.

Le hablaba de la oferta comercial y de si la opción es expropiar y derribar esos viejos centros.

La oferta comercial del Sur debe renovarse, pero el hecho de que la propiedad esté tan repartida y la dinámica de la Ley de la Propiedad horizontal lo complica. No se puede optar por expropiaciones, sino que hay que poner de acuerdo a propietarios y establecer ordenanzas municipales duras para que se cumplan unos criterios de calidad y cuiden el patrimonio.

¿Cree que el Sur necesita más camas en Meloneras, en Tarajalillo o en Santa Águeda si ya cuesta llenar las camas que hay?

Sí. Por eso estoy en contra de la moratoria, que en realidad es una gran falacia porque se han parado unas camas que se habían autorizado ya. Por supuesto que caben más camas, siempre que se apueste por dar más calidad. Al mismo tiempo, insisto en que hay que rehabilitar la oferta actual, y además creo en la residencialización puesto que hay muchos complejos que se pueden convertir en productos de segunda residencia.

¿No le preocupa que el propietario del Loro Parque abandonara su inversión en El Veril porque sus primos le pusieron muy caro el suelo?

Bueno, Kiessling ha venido a buscar un suelo para invertir en el Sur y no ha descartado esa idea. Sé que el terreno que más le gusta es el de El Veril y sería muy importante que se pusiera de acuerdo con mis parientes para que se pueda realizar esta inversión que es muy importante para la Isla.

La familia Del Castillo busca inversores para su suelo de Tarajalillo y Santa Águeda. ¿Su idea es solo especular con esos terrenos o esta vez si tienen previsto quedarse con parte de algún negocio turístico?

Sí nos hemos quedado con negocios, por ejemplo el hotel Oasis, y complejos de apartamentos que los explotamos varios años. Lo que ocurre es que las inversiones en infraestructuras se lo llevaron todo y al final, si te cogen en un buen momento puedes invertir en edificaciones, pero si no es así, no te puedes quedar con ningún negocio. Aunque ese es el riesgo que asume un empresario. También le digo que hay una gran demagogia en esas manifestaciones que ya ha lanzado un señor muy allegado a mi familia, cuando las grandes infraestructuras del Sur han salido del bolsillo del Condado. Los verdaderos especuladores han sido los que han comprado el suelo que ha vendido el Conde y han sido muchísimos.

¿A quiénes se refiere?

Pues a los que compraron la Rotonda o el Abanico, que especularon con la edificabilidad de los proyectos del Conde. Y no le hablo de otros que están desarrollando proyectos sobre suelo del Condado.

¿Y es verdad que hay rusos y alemanes dispuestos a poner 1.600 millones de euros en Tarajalillo?

Bueno, esas son interioridades del proyecto. Sí que hay inversores muy interesados en la urbanización de Tarajalillo.

¿En el caso de Santa Águeda la idea es implicar a la cementera y que invierta en la marina?

En este caso, se trata de un proyecto de reconversión industrial. La idea es convencer a los cementeros de que se les puede dar una alternativa turística a ese suelo y que hoy día es más rentable. El Conde de la Vega Grande y propietarios de terrenos colindantes le estamos haciendo ver que la actividad turística puede generar más rentabilidad para esta zona y para la Isla.

Y más allá de Santa Águeda, ¿le queda más suelo a su familia?

No. Los terrenos de la familia se acaban en los límites con el barranco de Arguineguín. Y hay que apoyar estas iniciativas de Tarajalillo y Santa Águeda puesto que este tipo de proyectos son los que permiten activar la economía. Cuando alguien me pregunta: ¿cuándo va a acabar a crisis? yo siempre le digo que cuando empecemos a ver otra vez las grúas en el Sur.

Las grúas ya podrían estar en el Oasis si no se hubiera desatado la polémica de su protección.

Todo tiene su proceso. A lo mejor se sorprende usted en estos días y va a llegar la grúa al hotel Oasis bien porque empiezan a rehabilitarlo o lo tiran para construir un nuevo edificio. Lo importante es que se reactive la economía con la rehabilitación y se genere empleo.

¿La idea del Gobierno de crear un banco de camas para estimular la renovación ha sido un fracaso?

Claro. Crear un banco de camas no estimula la inversión, y obligar a los empresarios a comprar camas para poder realizar un proyecto es un disparate. Esta es otra de tantas ideas del estilo intervencionista que vienen aplicando el Gobierno canario y que solo sirven para desalentar a los empresarios. Lo que hay que hacer es recuperar la RIC para invertir en suelo. Para salir de esta crisis hay que aglutinar la inversión pública y privada, pero sobre todo es importante que los empresarios vean que deben llegar a acuerdos para invertir juntos porque con la banca ya no se cuenta.