"Es el cumpleaños de María Auxiliadora", cuenta la pequeña Carla Suárez, que, aunque tímida, no duda en mostrar sus conocimientos a aquellos que no saben lo que está pasando en el patio de recreo. Es un día de fiesta y por eso hay que celebrarlo por todo lo alto con más horas de juego y ¡sin uniforme!. "Oye, Carla, ¿qué vamos a hacer esta tarde?", pregunta la "seño" Ciara, como quien no recuerda el gran evento para el que todos se están preparando en el Colegio María Auxilidadora. "Vamos a caminar por las calles de Telde con María", responde ella con soltura. Y junto a la imagen de la Virgen, más de 3.000 personas.

Ajena a que su madre también corrió por el mismo patio y pisó las mismas aulas cuando era niña, Carla solo puede pensar en el vestido de angelito de color rosa que va a lucir en la procesión, que como ya es tradición, tiene lugar en el casco de la localidad. "Es mi color favorito", aclara contenta la niña de cinco años. Su progenitora, Begoña Ortega, también está feliz. En un día tan importante para la comunidad educativa salesiana, Begoña vuelve más de 20 años después al lugar donde se "crió", para firmar un contrato de trabajo. "Esto es un auténtico regalo".

A las siete en punto Carla lleva su vestido rosa y dorado, aunque no es hasta más tarde cuando presume de él por las calles del municipio. A esa hora tiene lugar la eucaristía, celebrada por el padre Luis Marrero, en la parroquia de San Gregorio. "Es un momento muy importantepara los alumnos de cuarto de la ESO, ya que son los mayores del centro, los que se van a ir y, por lo tanto, es un privilegio que se les da a ellos", explica Sor Pilar Rivero. Así también lo siente Jennifer Navarro, que a sus 17 años, apura sus últimos días en su colegio. "Llevo aquí desde los tres años y estoy muy emocionada porque ahora nos vamos y recordamos todo lo que hemos vivido", afirma la joven quien echará de menos a sus profesoras y quien tiene claro que no va a desvincularse del lugar en el que ha crecido.

Antes de que el trono de la Virgen, adornado de flores, comenzase su recorrido acompañado de feligreses y vecinos de Telde, los más de 700 alumnos enfilan la Avenida de la Constitución. El curso de Jennifer cierra la hilera de estudiantes con elegancia. Ellas, de negro y con mantilla canaria. Ellos, con un impoluto traje regional. Los primeros puestos quedan reservados para los más pequeños, que ataviados con trajes de pajes, angelitos o monaguillos, inician la marcha pasadas las ocho de la tarde, bajo la antenta mirada de sus profesores. Banderas y estandartes en mano, están casi todos luciendo el uniforme del centro. Tan solo faltan los benjamines del Colegio María Auxiliadora, los de primero de infantil, que por seguridad no participan en la caminata, que vuelve a repetir recorrido por las calles de Los Llanos.

Los antiguos alumnos como Mariano Ruipérez, también forman parte de la comitiva. Él nunca ha llegado a desvincularse del centro. "Son mis raíces", expresa el joven de 23 años que desde hace varios meses realiza sus prácticas como profesor en el centro. Filólogo y escritor, recuerda con cariño su último curso. "Ahora lo vives de una manera diferente", apunta.

Es una de las fiestas más importantes para la comunidad educativa salesiana, que inició su labor en Telde en 1949, las autoridades también están presentes. Seguidos por la Banda Municipal, la alcaldesa, María del Carmen Castellano, junto con el consejero de Agricultura del Cabildo, Francisco Santana, y varios concejales de la corporación caminaron junto a la imagen. Y como ya anunció Carla Suárez, la procesión terminó "en el cole". Tras el baile de los palos que le dedicaron los mayores y cantar el himno en honor a María Auxiliadora, la fiesta queda clausurada.