La titular del Juzgado de Instrucción número 3 de San Bartolomé de Tirajana, Almudena de la Rosa Marqueño, dejó ayer en libertad con cargos y sin fianza a los siete presuntos cabecillas de las estafas en la venta de paquetes turísticos en el Sur de Gran Canaria.

La magistrada, en funciones de guardia, tomó declaración a siete de las 74 personas detenidas por la Policía Nacional en la Operación Voyager, que se llevó a cabo entre el lunes y el pasado martes. Las personas que pasaron a disposición judicial son el dueño de las empresas investigadas, Eugen Friedrich Kaiser, y varios de sus empleados: Timothy Roberts Matthew, Luckau Jorn Peter, Yvonne James, Mark Misin, Paula Louise Beatson y Rodolf Antonius Mattheus. Todos se acogieron a su derecho a no declarar.

La jueza les ha imputado los delitos que refiere la Policía en su atestado policial: contra la hacienda pública, estafa en masa, estafa procesal y pertenencia a grupo organizado.

Kaiser aseguró a su salida de los juzgados que sí testificará ante el juez que instruye el caso, el titular del Juzgado de Instrucción número 2, Julio Wood.

El dueño de las empresas que comercializan los paquetes turísticos y regente del Hotel Club Puerto Atlántico aseguró que "todo es una venganza de Alberto García [denunciante y director de la asociación Mindtimeshare]". Kaiser recordó que en 2006 García ya intentó hacer lo mismo con otra denuncia de similares características que terminó archivada en fase de instrucción un año después.

"Pasó lo mismo en 2006 y gracias a los abogados que tenemos sabemos que el denunciante es la misma persona, Alberto García, un exinspector de la Policía Nacional de Las Palmas, que ahora trabaja para una agencia de multipropiedad [o timeshare]. Su objetivo como competidor es eliminar mis negocios", afirmó después de pasar 72 horas en los calabozos de la Jefatura Superior de Comisaría de Canarias, en Las Palmas de Gran Canaria.

Kaiser aún no se cree cómo los agentes de la Udyco procedieron a detener a 74 personas de sus organizaciones puesto que, asegura, "este señor ha utilizado a la Policía para sus propios intereses".

Sobre si sus actividades son delictivas o no, el responsable aseguró que todo lo que ellos venden "es real" y que por eso "tienen miles y miles de miembros". Uno de los grandes problemas a los que se enfrenta ahora es el golpe mediático que han recibido sus empresas a nivel nacional e internacional. "Sé que mi compañía está muerta por la mala imagen que se ha dado y seguro que más de cien personas van a perder su trabajo" Kaiser, no obstante, promete venganza. "Voy ir, con todo mi poder y con todo mi dinero, contra esta persona. Porque esto no puede pasar, la Policía no está aquí para satisfacer los caprichos de una persona".

El abogado de Kaiser, Miguel Rodríguez Ceballos, tiene la esperanza de que el caso se archive dada la actuación policial, que ayer calificó el juez como "pobre" y "escasa" en el auto de incoación de diligencias previas en el que, además, denegó las entradas y registros. "Sobre la forma de trabajar de la Policía me remito a las palabras del auto. Las entradas y registros requieren de unas exigencias legales que su señoría entiende que no se han realizado", concluyó.