El Euromillones sigue regando de alegría la Isla. Una peña formada por 33 vecinos de Vecindario, en Santa Lucía de Tirajana, se embolsó en la noche del pasado viernes 394.295 euros gracias al premio de segunda categoría obtenido con el citado concurso.

El boleto fue sellado en el despacho receptor número 44.545, ubicado en el número 411 de la Avenida de Canarias, un inmueble en el que el regocijo y la emoción lo invadían todo al mediodía de ayer. Cada uno de los agraciados se llevará un ´pellizco´ de 9.700 euros, y eso después de jugar apenas diez euros por cabeza a la semana.

Se trata del premio de mayor enjundia que da este local, regentado en el último año y medio por Francisco Melián, que también ha resultado ser uno de los afortunados. Melián avanzó ayer que el próximo 1 de septiembre se procederá a la mudanza de este punto de venta, ya que el cercano Bar Fataga, emplazado a escasos 150 metros en la misma acera, ha decidido comprarle la licencia. "Yo es que soy un tipo de calle, ya llevo mucho tiempo entre estas paredes, y tengo en mente otros proyectos empresariales", detallaba con satisfacción.

El caso es que el ´hijo´ que va a ´traspasar´ viene con un pan debajo del brazo. Pedro Hernández y Fulgencio Vega eran ayer dos de las personas más felices de Vecindario. El primero de ellos no puede negar que sea un hombre con suerte. "Una vez me gané 3.000 euros con un rasca y después otros 2.000 con otro sorteo y a través de una peña. Con estos 9.700 euros pienso echarle una mano a mi hija, que se ha comprado un piso, y atender algo de la hipoteca, que me quedan 70.000 euros por pagar", relataba. A su lado, Fulgencio Vega parecía no haber asimilado el guiño que le había hecho la Fortuna. "Esto da para salir del paso y alguna chapucilla", se limitaba a decir. Las suyas eran apenas dos de los 33 caras de satisfacción que podían verse por el sureste y cualquier otro punto del planeta "porque sé que hay muchos ganadores de vacaciones y aún no se han enterado", manifestaba el aún dueño del bazar. Melián confirmó que la inmensa mayoría de los afortunados son gente humilde, con varios pensionistas y parados a los que el premio les va a saber a gloria.

Pero también habrán otros cuantos que desde ayer estén lamentando la decisión que tomaron a última hora de no participar esta última semana en la peña. "Esta mañana ya tenía aquí en la puerta a tres ganadores a primera hora supercontentos, pero también sé de que otros que se dieron de baja en el último momento". El local donde ayer se halla el despacho receptor echará el cierre en menos de un mes. Francisco, no obstante, confía en que la suerte también se mude al Bar Fataga. "Esta ha sido una gran despedida".