La villa de Teror vivió ayer una de las jornadas más emotivas del programa festivo dedicado a la Virgen del Pino con la bajada de la imagen desde su camarín, una cita que se produce desde hace años cada 5 de septiembre tras la misa de las siete y media de la tarde y que en esta ocasión estuvo presidida por el párroco de Santa María de Guía, Higinio Manuel Sánchez Romero.

El acto tiene, cita a cita, un enorme grupo de fieles incondicionales que acuden a presenciar el 'milagro' que lleva a la patrona desde lo alto del altar mayor hasta los pies de los feligreses, en el que afloran las promesas y no pocas lágrimas entre la concurrencia.

Al fin y al cabo es una evocación, de la propia aparición de la Virgen en la villa mariana, tal y como la cuenta el obispo Cristóbal de la Cámara y Murga en 1634: "Terori es un lugar fresco, tendrá cien parroquianos, con linda iglesia, por la singular devoción a Nuestra Señora del Pino, a donde acude mucha gente devota, por los muchos milagros que ha hecho y hace", para luego pasar a explicar más concretamente el prodigio. "Apareció en un pino alto, que está junto a la iglesia en el que están dos árboles de drago parejos, cosa maravillosa, plantados en el mismo pino, cerca de los cuales están señalados los pies de la virgen, según dicen, que yo no los vi, por ser el pino tan alto..."

Para rememorar la efemérides y según cifras de la Policía Local asistieron ayer al acto algo más de 2.000 personas, que no solo abarrotaron las tres naves del interior de la basílica sino toda la plaza y buena parte de la calle Real para seguir al segundo el recorrido en rampa del templete y la talla de la patrona, un tránsito que duró poco más de veinte minutos.

El descenso se realiza desde el año 1927 mediante dos carriles ocultos que soportan una suerte de funicular, un mecanismo que esconde la magia de una bajada que siempre emociona y que tiene en el manto elegido para cada ocasión buena parte del interés de los asistentes.

Para las presentes fiestas la imagen ha sido ataviada por la camarera de la Virgen, Pino Escudero, con el manto blanco, terno que lució por última vez en 2010 y que fue confeccionado y bordado por las Hijas de la Caridad del Hospital San Martín en 1868 y estrenado ese mismo año.

Con la imagen 'en tierra' y sobre su trono de fiestas, empieza la verdadera cuenta atrás de los dos grandes actos centrales del programa: la romería y ofrenda de mañana sábado, que atrae a miles de personas de Gran Canaria y buena parte del Archipiélago, con su posterior peregrinación, y el día grande, el domingo 8, con la eucaristía que preside Francisco Cases.