La falta de liquidez ha obligado al grupo Santana Cazorla a sacar a la venta dos parcelas del complejo turístico Anfi Tauro, en concreto la T1 y la T2 de la citada urbanización, que cuentan desde 2003 con licencias para construir un hotel de cuatro estrellas y otro de cinco. Ambos terrenos se encuentran ubicados en las cercanías de la carretera GC-812, que va de la capital a Mogán. Desde hace tiempo, la sociedad que preside Santiago Santana Cazorla se ha estado desprendiendo de activos importantes para poder atender su deuda financiera. Pero la complicada situación económica que vive aún la empresa y la imposibilidad de obtener dinero de la banca para desarrollar los proyectos de Anfi Tauro ha obligado a este grupo a desprenderse de parte del suelo de su buque insignia del Sur grancanario.

Las citadas parcelas, con una extensión la primera de 59.316 metros cuadrados y de 45.094 metros la segunda, forman parte del Plan Parcial Anfi Tauro, promovidos por el grupo Anfi y la sociedad Anfi Tauro, en el que participan los herederos noruegos de Björn Lyng, han sido ofrecidas ya a grupos empresariales extranjeros, entre ellos a uno de capital asiático.

Aunque este periódico se puso ayer en contacto con representantes del grupo Santana Cazorla, a fin de conocer si ya hay inversores interesados en adquirir estos terrenos y construir los dos establecimientos hoteleros, desde la empresa declinaron dar detalles de la citada operación. De lo que no existen dudas, según las fuentes consultadas, es de que para dar continuidad a esta emblemática urbanización, así como a los equipamientos vinculados a la misma, el promotor grancanario no va a tener más remedio que esperar por los inversores de otros países.

Apuros financieros

Los apuros financieros que atraviesa este grupo turístico quedaron patentes cuando hace unos meses la empresa tuvo también que frenar la subasta de otra parcela, la denominada T22, que le reclamaba el grupo Lopesan para saldar parte de una deuda de 14 millones que contrajo con su competidor turístico después de que éste comprara el crédito vencido y exigible que mantenía Anfi Tauro con la familia Cárdenes.

La capacidad alojativa de las dos parcelas en venta de Anfi Tauro, la T1 y la T2, suman unas 1.708 camas alojativas, en tanto que en la primera se pueden construir 956 plazas y en la segunda otras 752. En el caso de la T1, según consta en el proyecto realizado por el arquitecto César Muñoz, ahora gerente del Consorcio de Rehabilitación de San Bartolomé de Tirajana, se contempla la edificación de un hotel de cuatro estrellas. Este establecimiento se levantaría sobre un suelo de 59.316 metros cuadrados, y el conjunto de la edificación se ha organizado en dos módulos simétricos compuestos por cuatro cuerpos de apartamentos alineados y a la vez separados por las zonas de comunicaciones. Según los bocetos del arquitecto, la construcción se pretendía adaptar a las características de la parcela, que tiene una acusada pendiente, dado que se encuentra junto a la ladera del barranco de Tauro.

La otra parcela, la T2, de 45.094 metros cuadrados de superficie, que linda al oeste con la T1, cuenta con licencia para levantar un hotel de cinco estrellas. En este caso, el proyecto de Luis López Díaz, que ofertaría otras 752 plazas alojativas, se ve obligado a lo que permite la rocosa orografía. El edificio se organiza en cuatro cuerpos de apartamentos, dos situados detrás y en las cotas altas, y los otros delante y en las cotas bajas. La altura máxima es de diez plantas, conformada por dos bloques, mientras que los otros dos no superan las cuatro. El edificio, que da a la colina que separa Tauro de Amadores, tiene vistas al mar.