Maquinaria y técnica alemana, pero con ingredientes fermentados a temperatura canaria. Y sin prisas. Éstas son las claves del éxito en el proceso de elaboración de la cerveza Viva, producida ecológicamente en el polígono de Arinaga por una familia de alemanes afincada en la Isla desde hace 14 años, artífices de la única cerveza negra en la provincia de Las Palmas.

Con 40 años el maestro cervecero Martin Klein decidió cambiar el clima frío y seco de Baviera por los cálidos vientos del Sureste, por eso "de buscar nuevos nichos de mercado y aprovechar la luz solar como ahorro energético en la elaboración de un producto propio", explicó Klein, mientras colocaba algunas botellas de cerveza en las dependencias de la fábrica.

Recién aterrizados en la Isla, el matrimonio Klein compró una antigua cervecería en Playa del Inglés, con la que comenzó una tímida producción artesanal de cerveza natural, con malta de cebada importada de Alemania y agua de Santa Lucía de Tirajana. "Al principio el proceso de elaboración era manual y rudimentario y poco a poco modernizamos la maquinaria a medida que aumentaba la demanda", destacó el empresario. En 2003 decidieron mudarse a Arinaga, desde donde actualmente producen una media de 500.000 litros de cerveza al año.

La experiencia y la necesidad de ahorro en tiempos de crisis impulsaron a este emprendedor extranjero a buscar nuevas fórmulas de eficiencia energética. Para ello Klein instaló un sistema solar en el techo de la fábrica a través del cual ahorra un 50% su consumo eléctrico y de combustible. "Es una manera de beneficiarse de las condiciones meteorológicas de la Isla, donde la luz solar es constante durante todo el año y propicia el uso de fuentes de energías térmicas", resaltó Max, hijo mayor del matrimonio Klein, que disfruta de unas vacaciones en su segunda residencia en Arinaga antes de reanudar sus estudios en Munich.

Entre las variedades de cerveza que se comercializan en Canarias -en su mayoría, rubias y tostadas- los Klein se han atrevido con la versión negra de la cebada, consolidándose como los únicos fabricantes en la provincia de Las Palmas. "La idea es abrir el espectro de opciones para los amantes cerveceros canarios y ofrecerles un producto local con el que puedan experimentar aromas y sabores diferentes", matizó Max.

Inspirados en las leyes germanas de pureza, en lo que al ámbito de producción se refiere, esta cerveza canaria se elabora con vistas a consumirse en un período máximo de un mes. De ahí que sus fabricantes presuman de la frescura y calidad de los ingredientes. Incluso la propia levadura con la que se elaboran las bebidas espumosas se cultiva artesanalmente en las instalaciones de la fábrica. En cuanto a la imagen de la marca, la empresa ha optado por ilustrar sus etiquetas con fotografías del Roque Nublo y con expresiones tan canarias, como Eres un puntal. Denominaciones que apelan a la cultura local, ya que según Klein: "Se es un puntal, si se compra una cerveza elaborada en la Isla, o si alguien se decide a comprar un producto sin antes haberlo probado por el mero hecho de experimentar".