Arucas presentó al Cabildo de Gran Canaria una alternativa de vía rápida por la costa entre Bañaderos, San Andrés y Moya, que agiliza el tráfico al habilitar seis carriles y garantizaría la seguridad de los vecinos. La propuesta contempla dejar la trama hacia Guía como una vía interior de ida y vuelta para los residentes, y la construcción de dos nuevos pasos para ir a la capital por la zona superior y próxima a las laderas de las montañas. La obra, que contaría con cinco millones del Gobierno de Canarias, afectaría a dos viviendas y aprovecha el suelo de titularidad pública, por lo cual su construcción sería más ágil.

Los automovilistas que recorren la carretera de la costa Norte por vías rápidas de reciente construcción y a la que pueden circular a 80 kilómetros por hora se encuentran de repente con una súbita travesía de paso obligado a menos de 50 kilómetros que atraviesa Bañaderos hasta San Andrés. Una vía que ha dado algún muerto en años pasados, y que sigue siendo peligrosa para los propios vecinos, debido a la proximidad de las casas, y que está permanentemente vigilada por radares de la Guardia Civil de Tráfico.

Las distintas Administraciones han buscado alternativas, pero las sentencias judiciales también han paralizado las soluciones definitivas. Ahora el Ayuntamiento de Arucas ha consensuado con la consejería insular de Obras Públicas una alternativa que debería resolver tanto la velocidad como la seguridad.

"Cualquier solución pasa por la seguridad", defiende el alcalde, Ángel Víctor Torres, que ha descartado otras opciones planteadas por el Gobierno de Canarias, precisamente por esta misma razón.

La opción más viables para este tramo de más de cuatro kilómetros de longitud es aprovechar los actuales dos carriles en dirección a Moya como una vía interior de servicios para los residentes (de ida y vuelta). En la parte superior se mantendría la mediana de seguridad y las paradas de guaguas, para que los usuarios no corran riesgos. A su vez, las actuales calzadas de regreso hacia la capital se transformarían en la autovía hacia Moya, manteniéndose los dos carriles. Y, por último, se construirían dos nuevos carriles pegados a las faldas de los riscos, o bien simplemente retranqueadas, según el consejero de Obras Públicas, Carlos Sánchez. La alternativa ya está incorporada al Plan General de Ordenación, que el alcalde espera aprobar este mes en la Comisión de Ordenación del territorio y Medio Ambiente de Canarias (Cotmac), y que se debería incorporar al nuevo Plan Territorial Parcial (PTP15) que ordena el tráfico de la zona.

Una de las ventajas es que el suelo ya es de titularidad pública, por lo cual no sufriría retrasos por las expropiaciones. Ángel Víctor Torres cree que la mejor solución siempre sería hacerla bajo tierra, pero los técnicos insulares constatan los muchos problemas que eso siempre supondría, además del coste elevado que podría demorar durante años su ejecución.

El Gobierno de Canarias dispone de cinco millones para esta obra. Y la ejecución de estos trabajos afectaría previsiblemente a dos viviendas, que se encuentran en medio del trazado escogido.

De la misma forma, Moya también ha contemplado en su nuevo ordenamiento una vía alternativa próxima a la ladera de la montaña entre San Andrés y El Altillo, que permitiría liberar espacio para el desarrollo de su costa. La propuesta contempla falsos túneles, y mantiene la actual vía lenta como un trazado interior, e incorporando espacios verdes y zonas para el disfrute de los ciudadanos.

El objetivo de Arucas y Moya es habilitar una vía rápida por la costa. Precisamente, en esta zona de Moya es habitual la presencia de radares de la Guardia Civil de Tráfico, ya que en la zona la velocidad máxima permitida es de apenas 50 kilómetros por hora.