El Pleno del Cabildo de Gran Canaria aprobó ayer de forma definitiva el aumento del impuesto insular sobre los carburantes, que supone una subida de unos 60 céntimos al llenar el depósito de gasolina y permitirá recaudar entre 8 y 10 millones de euros al año para el mantenimiento de las carreteras de la Isla. Tras desestimar la alegación de los importadores de automóviles, la única que se presentó a la nueva Ordenanza Fiscal de la Exacción sobre el Consumo de Combustible, la iniciativa del gobierno de José Miguel Bravo de Laguna salió adelante con 20 votos a favor, de los grupos del PP y de Nueva Canarias, y el rechazo de los ocho consejeros del PSOE y CC.

Los cuatro grupos políticos repitieron los argumentos del Pleno celebrado el 29 de noviembre, que dio luz verde a la propuesta de Bravo de Laguna de aumentar el gravamen de la gasolina desde los actuales 0,0079 euros por litro a 0,02 euros, además de aplicar por primera vez un tributo de 0,02 euros por litro al gasóleo no profesional.

Bravo de Laguna defendió la subida del impuesto y aseguró que "es necesaria" para equilibrar los Presupuestos de 2014 ,también ratificados ayer con los votos del PP. A su juicio, el aumento tendrá "una mínima repercusión" en el bolsillo del ciudadano y tampoco afectará al sector del automóvil, porque es un tributo que se carga a los vendedores de combustible, no directamente al consumidor.

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