"En 1940 ó 1941 mi abuelo compró estas tierras y hacía vino. De hecho aquí tengo algunas botellas de 1942 y 1944. Hacía vino para su consumo familiar. Ésta era una finca de recreo y a partir de 2003 hice una nueva plantación con las ayudas económicas de la Unión Europea, del Estado y del Gobierno de Canarias", explica Luis Norberto López Parres (Las Palmas de Gran Canaria, 1963). A partir de ahí la finca se convirtió en una explotación agraria, en este caso vitivinícola.

El gusanillo le vino desde la infancia. "Yo me acuerdo de estar corriendo por esta finca antes de que estuvieran plantadas todas estas viñas. Ahora la viticultura facilita la labor de las personas para trabajar", comenta. Antes se dedicaba al cultivo del tomate, siguiendo la tradición paterna. Su padre era exportador y él estuvo ligado al negocio hasta que llegó la crisis en el sector tomatero.

"Esto -resalta López Parres- pasó de ser una vocación para convertirse en un trabajo con dedicación plena. A mí quien me ha dado de comer ha sido el sector de tomate. Sentarse a la mesa y comer un tomate que tú has cultivado es una cosa magnífica, evidentemente, pero sentarte a la mesa y abrir una botella de vino que tú has elaborado y tomarte una copa de algo que has estado trabajando durante doce meses, con tres semanas intensas en la bodega, la satisfacción que produce es distinta e incomparable a la de comerte un tomate o una papa sancochada. Yo antes de plantar viñedos planté papas".

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La bodega

Cómo llegar: La finca se encuentra en El Palmital, en el municipio de Telde.

Propiedad: El dueño único es Luis Norberto López Parres, por herencia familiar.

Fundación: Año 2005.