La casa y antiguo Faro de Arinaga siguen cerrados pese a que hace tres años que terminó su restauración para reconvertirlo en un restaurante. El alcalde, Antonio Morales, anunció entonces que el propósito era que se abriera al servicio en mayo de 2011. Pero, todavía no ha sido posible tras dos concursos públicos, pues estos han quedado desiertos. Así lo expresó ayer el primer teniente de alcalde de Agüimes, Óscar Hernández.

El también concejal de Hacienda indicó que al primer concurso no se presentó nadie y al segundo solo uno. "Pero, la propuesta de optar al restaurante no reunía todas las condiciones del pliego, por lo que también quedó desierto el segundo concurso", explicó Hernández. "Nuestra intención no ha sido hacer negocio municipal, sino que se abra una nueva oferta de negocio, que sea atrayente para los turistas y visitantes grancanarios y que cree empleo", aclaró.

En tal sentido, el Ayuntamiento está ultimando un nuevas bases que "hagan más atrayente la explotación del restaurante, porque hacerlo con las mismas condiciones y por la vía de la negociación podríamos encontrarnos con que tampoco encontremos propuestas". En concreto, Hernández apuntó que el nuevo pliego va a establecer más años de concesión y explotación -los dos anteriores concursos los limitaba a 15 años-; más años de carencia -el anterior tenía tres-; y una reducción del canon a pagar por el adjudicatario.

El concejal de Hacienda espera que esta vez haya varias ofertas que pugnen por explotar el restaurante. "En el último trimestre cinco restauradores se han acercado y mostrado interés por explotarlo", aclaró Óscar Hernández. "Si todo marcha bien a nosotros nos gustaría que en verano esté funcionando, porque generaría economía y atracción turística", añadió.

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