El granizo destroza casi la mitad de la producción en fincas dedicadas al cultivo al aire libre de espinacas, acelgas, cilantro y otras verduras, así como de frutas como las fresas, retrasando los envíos de tomate a los mercados europeos. El sector agrícola, sin embargo, considera que la lluvia serena que ha venido descargando en buena parte de las Medianías del Norte y Centro de la Isla está permitiendo acumular una gran reserva de agua para afrontar las próximas campañas.

El color verde se ha apropiado del campo. Las precipitaciones que se han venido repitiendo en las últimas semanas han servido para llenar muchos estanques, y que muchas de las presas hayan visto elevando su caudal. A pesar de todo, el granizo que descargó en algunos momento este fin de semana ha dejado sus secuelas.

Muchos agricultores han tenido que adelantar la recogida de algunas cosechas, ante el temor de que nuevos fenómenos meteorológicos terminen por arruinar sus producciones. En ocasiones, el efecto ya se deja sentir en algunas fincas.

Una quincena de trabajadores recoge en estos días una amplia partida de verduras en Santa Cristina de Guía, que se destinan en gran parte a un gran grupo de alimentación implantado en las Islas. Ni siquiera el barro, el agua encharcada y la lluvia ocasional frena la recogida de espinacas, acelgas, hierbahuerto, cilantro y otras verduras en un grupo de fincas que acumulan cerca de 18 fanegadas y en la que trabajan, entre otros, Dunia, Mohamed, Jesús y Noelia. Pero la alegría que siempre trae el agua tiene también su lado negativo. El ocasional granizo mermó cerca de un 40% de la producción de esta nueva campaña, además de que muchas plantas de papas se han visto dañadas, aunque se espera que sólo haya afectado a las matas.

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