El policía nacional de Gáldar José Tacoronte Díaz (nacido en 1969) falleció en el verano de 1995. Casi 19 años después, su familia sigue luchando para que se reabra el caso y poder exhumar su cadáver, que le permita realizar una autopsia que arroje luz a las causas de su muerte. La tesis oficial es que se despeñó con su bicicleta en la costa de San Felipe de Guía. Pero las sospechas de que pudo ser víctima de una trama por drogas rodean este caso. Además de las dudas técnicas de cómo se llevó la investigación, los parientes creen que sabía demasiado sobre el proceder de sus compañeros policías en el Aeropuerto de Gran Canaria, que años después serían condenados por el llamado ´caso Jara´. "A mi hermana lo secuestraron y lo mataron; fueron a por él", insiste su hermano Jesús.

José Tacoronte desaparecía el 21 de julio de 1995, y se iniciaba una intensa búsqueda por tierra y aire. El cuerpo sin vida de este policía nacional destinado al control de drogas en Gando fue rescatado en el barranco de Calabozo, en la costa de San Felipe de Guía, el 23 de agosto de ese mismo año. Desde entonces, la familia trata de aclarar las verdaderas causa de este suceso. Las explicaciones oficiales no les convence, y el juicio con sentencia a varios compañeros de unidad en el Aeropuerto por el llamado ´caso Jara´ les despertó aún más dudas.

El agente había solicitado traslado de esta unidad una semana antes. Y había dejado constancia a familiares y allegados de sus sospechas sobre cómo algunos portadores de droga tenían libertad para pasar sin ser registra- dos. Unas dudas que se concretaron con la sentencia años des-pués a muchos de sus exjefes y compañeros.

Pero no es la única sospecha. El criminólogo Óscar Díaz ha ido recopilando numerosas lagunas, que generan mayores dudas sobre cómo se llevó a cabo todo este proceso. Entre ellas, se cuestiona por qué miembros de la Policía Nacional de paisano se descolgaron por la ladera para recoger la bicicleta cuando la investigación en la zona la estaba realizando la Guardia Civil. Y así consta en una queja presentada por este Cuerpo entonces, llevándose incluso la riñonera que portaba el fallecido en ese momento.

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