Hay que madrugar para coger los mejores sitios en las playas y calas de la costa Norte, abarrotadas estos días de Semana Santa por el buen tiempo. El sol es un buen reclamo, pero no el único. Por ejemplo, en el Puertillo de Bañaderos, en apenas un kilómetro de litoral, se puede disfrutar de una playa de arena para las familias, piscinas artificiales para niños y jóvenes, una zona nudista en las salinas, un paseo marítimo con abundante oferta gastronómica y varias terrazas chill out para relajarse después del baño. Por eso, a las 11.00 horas de la mañana de ayer jueves ya no cabía un coche más en las calles que dan acceso a ese barrio marinero de Arucas.

Las siguientes playas, las de Quintanilla y San Andrés, son territorio de los surfistas y de los propios residentes, aunque no faltan atrevidos que plantan la toalla cerca del oleaje. El Charco de San Lorenzo y los alrededores de El Pagador son otros sitios predilectos de los vecinos de Arucas, Firgas, Moya y de la capital. En la explanada que rodea a la piscina natural no cabía un alma a mediodía, pese a los problemas para aparcar el coche y encontrar mesa en los restaurantes.

La familia Nóbregas, mitad de Las Palmas de Gran Canaria y mitad de Lanzarote, optó ayer por adentrarse en la carretera de San Felipe y buscar un sitio tranquilo para montar sus sombrillas. Acudía por primera vez a esa zona de baño y lo hizo por una potente razón: es uno de los pocos sitios donde aún se pueden llevar perros, o al menos que no te multen por ello.

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