El océano Atlántico, en general, y la costa de Agüimes, en particular, atesoran un reclamo turístico bajo sus aguas aún sin explotar. El avistamiento de tiburones angelotes, un escualo pacífico en vías de extinción, constituye una joya marina de fácil apreciación en la playa de El Cabrón o en el Rico Verde para los amantes del submarinismo. Para potenciar la preservación de la especie y abrir una ventana al impulso del turismo de buceo, la Alianza por los Tiburones de Canarias celebra la primera muestra de cine submarino que se celebra en Canarias mañana en el museo Orlando Hernández de Agüimes.

De las más de 800 especies de tiburones que existen en el mundo, 80 se pueden observar en Canarias. La especie que más predomina por las profundidades isleñas es la denominada Squatina squatina, o lo que es lo mismo, tiburón angelote. Según el presidente de la Alianza por los Tiburones de Canarias, Fernando Frías, este tipo de tiburón "amigo" habita cerca del fondo marino, en un ratio de cinco a 200 metros de profundidad, y pertenece a una estirpe al borde la extinción. Sin embargo, muchos ejemplares son víctima de la pesca de arrastre, a pesar de que esta práctica está prohibida por la Unión Europea desde 2011.

Aunque se desconoce el número exacto de ejemplares que merodean por nuestras aguas, numerosos son los visitantes que bucean por la marea de la playa de El Cabrón y Rico Verde, en Agüimes, en busca de la aleta vertical. Los clubes de buceo repartidos por la costa del municipio ofrecen cursos y excursiones a un perfil de visitante de nivel adquisitivo alto.

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