La Granja Agrícola Experimental se convierte este fin de semana en el mayor parque temático de la cabaña ganadera de la isla por obra y gracia del Cabildo de Gran Canaria. Las instalaciones de Arucas acogen hasta esta tarde una nueva edición de la feria insular de Ganado, el mejor escaparate para que los productores del campo exhiban a sus mejores reses y para que veterinarios, entendidos del sector y neófitos den un más que merecido homenaje a su vista con el porte de más de un animal y engatusen su olfato con el carrusel de productos puestos a la venta.

En esta edición, cerca de un millar de ejemplares conforman el eje central del evento. Entre ellos tendrán que repartirse, a través de la protocolaria entrega de 26 premios, los 3.575 euros reservados para tal fin por la Consejería de Agricultura y Ganadería del Cabildo de Gran Canaria. Como no podría ser de otra manera, la voluptuosidad de bueyes y toros del país acaparó este sábado la mayor parte de los halagos de los asistentes, que ayer asistieron hasta el recinto de forma discreta -se contabilizaron varios miles de curiosos, pero muchos menos que en la misma jornada del pasado año, según confesaron los propios ganaderos- pero que destacaron la amplitud de la oferta lúdica y del mencionado complejo.

Por allí andaba Pedro Montesdeoca con su yunta de vacas traídas del Fregenal, en Valsequillo, sorprendido en un animado palique con Francisco Sosa, tocado con cachorro, naife y prominente bigote libre de canas. Y el grupúsculo formado por Benito López, Juan Manuel del Pino y Daniel López, que acompañaban al joven ganadero Víctor Vega, a sus 60 piezas y a la lustrosa cabra Rusia, muy fotogénica ella, en un certamen que, como los buenos vinos, mejora año tras año y que no sólo ofreció al visitante mugidos y guineos de cola, sino una suculenta degustación de mieles de todo tipo, pella de ciruelas y pasa, pan de higos y de papas y hasta gofio. Y todo esto por citar sólo a una pequeña parte del excelso menú desplegado entre los 126 talleres que se instalaron en la Granja para desbaratar a uno el tino y la pituitaria.

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