Juan Luis Pulido representa a casi todas las grandes distribuidoras de papas de Gran Canaria. Ayer se presentó Adipa en un acto celebrado en la capital, en el que se homenajeó a Nicanor Díaz, Modesto Hernández, Israel Sarmiento y a Moisés Medina, que fue el pionero de la producción industrial de papa pelada.

¿Quién integra la Asociación de Distribuidores de Papas (Adipa)? ¿Son importadores o productores?

No somos importadores, sino distribuidores. Nosotros traemos papas cuando el mercado lo necesita, y lo procesamos y empaquetamos en sacos, bolsas, etc. Y luego las distribuimos a bares, grandes superficies, mercados, hoteles, restaurantes...

¿Qué porcentaje del sector representan las diez empresas?

Nosotros vendemos al año unos 70 millones de kilos de papas en Gran Canaria, y facturamos unos 60 millones de euros. Y llevamos cerca de un 93% del total de las ventas. Estamos aglutinados las más importantes empresas. Hay once empresas, y en la asociación estamos diez. Tenemos el control de las ventas.

¿Por qué surgen ustedes?

Llevamos en este negocio mucho tiempo. Somos gente que nos hemos criado en la tierra, procedemos del sector primario, y surge porque tenemos que estar unidos. Si cada uno hace la guerra por su cuenta no logramos los objetivos y no llegamos a ningún lado.

Habla de estar unidos. ¿Ante qué?

Ante los organismos. Si vas a una consejería solo no te escuchan. Pero si hablamos de lo que hacemos todos en el mercado sí nos van a escuchar. A partir de ahora tenemos una voz bastante importante. Y no son diez voces, sino una sola. Entre todos tenemos que aglutinar y tratar de que el mercado funcione, el consumo suba, el agricultor pueda plantar más y que consiga sus objetivos, que las ayudas europeas sean fundamentales para el proceso.

¿Buscando más subvenciones también o mejorando la distribución?

Tratamos que cada vez se plante más y de mejor calidad. Y hacerle llegar a la ama de casa de que hay que comer papas porque es un producto sano, con nutrientes, vitaminas y que es fundamental para la cesta de la compra.

¿Dentro de las empresas que conforman la asociación hay también representantes de semillas?

Todo. Nosotros hacemos toda la distribución completa. Distribuimos lo que viene de Europa y las semillas. Todos somos semilleros.

¿La Asociación surge también como respuesta a la presencia de determinados colectivos que han decidido traer sus propias semillas de los países de origen para evitar la dependencia de empresas locales y sus precios a la hora de plantar?

Generalmente a hay algún que otro colectivo que intenta traerla. Pero al fin y al cabo, no llegan a tener éxito porque no están involucradas en el mercado. No se fían de ellas porque no tienen poder adquisitivo para traer. Con lo cual es pan para hoy y hambre para mañana. Porque quien realmente trae la semilla y la tiene somos nosotros.

Durante la presentación del colectivo decía que el objetivo es transformar el negocio: si ahora el campo canario produce un 30% y se importa el 70% restante, había que llegar al 80% de papa local. ¿Es posible eso? ¿Cómo se consigue, porque siempre se ha hablado de cambiar esa situación de dependencia exterior, pero no se dan esos pasos adecuados en la práctica?

Esa es la intención nuestra. Es muy difícil, porque tenemos que contar con el agua, con el tiempo... Cuando crees que tienes una buena cosecha se te va al carajo por la calima, o las altas temperaturas... Hay mucha dificultad a la hora de cosechar. ¿Cuántas veces hemos visto que tenemos un terreno fértil, con una plantación hermosa, y de la noche a la mañana viene una calima y nos quedamos sin nada? Es lo que decía el presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, que suele pasar. Eso es lo peor que nos pasa con nuestro clima. Pero el objetivo de nuestra Asociación es que eso sea así.

Los grandes productores plataneros y tomateros suelen tener sus cultivos asegurados contra este tipo de contratiempos. En el caso de ustedes es más complicado porque se trata generalmente de pequeños agricultores y están a expensas de esos cambios. ¿Es posible solucionarlo con seguros agrarios?

Hay quien asegura, pero son todo costes y gastos, y a lo mejor no compensa asegurado.

Adipa agrupa a las grandes empresas . ¿Es posible que se integren también los pequeños agricultores de la papa?

Los agricultores suelen estar dentro de cooperativas, a los que les compramos las papas. Porque por medio de las cooperativas se mueve el dinero que viene de Europa. Y lo que vamos a intentar es que ese dinero que viene de Europa vaya directo al agricultor, al que planta, al que tiene trabajo, porque las cooperativas por hacer ese papeleo les cobran un dinero. E igual nunca le llega los porcentajes que deberían llegarle al agricultor.

¿Está usted preocupado por la subida de impuestos como el nuevo Arbitrio a la Importación y Entrada de Mercancías (AIEM) que baraja el Gobierno canario para la papa?

No es que nos preocupe, es que nos tiene sin dormir. Porque está previsto que a partir del 1 de julio haya un AIEM del 10 o el 15%. Eso supone un sobrecoste bastante elevado, que tendrá que hacer frente el consumidor. Las amas de casa ya están bastante jodidas con la situación en Canarias y de España, es una mala noticia y no es bueno para el consumo. Vamos a tratar por todos los medios de que haya partes sensibles en el año en el que se cobre AIEM, no de un 10 o un 15%, sino de un 30 o un 40% cuando estamos nosotros en cosecha, para que el consumo no decaiga, porque si subimos mucho el coste con impuestos, puede decaer el consumo.

¿Es decir que en los meses en los que se recoge se pongan más trabas económicas?

Que de septiembre a marzo no haya AIEM. Y de abril a agosto se ponga un AIEM bastante fuerte porque son cinco meses que tenemos aquí para cubrir las necesidades.

Pero lo agricultores suelen meter las papas en cuevas para sacarlas al mercado esos meses. ¿No es ir también contra ellos?

Eso era antes. Ya hoy en día no se pone tanto en cuevas porque hay mucha plaga, y corres el riesgo de quedarte sin cosecha.

Hablando de plagas, ¿se han erradicado ya las últimas que entraron por el Norte?

No. Esa fue una plaga que un buen señor trajo cinco kilos de papas de Venezuela y las plantó en el norte de Tenerife. Hubo una enfermedad, y se trajo de ahí para Gran Canaria. Todos los años aparecen plagas por el clima. Por eso no se pueden traer papas de la Península, y tienen que venir de islas como el Reino Unido o sitios donde no hay problemas.

¿Qué recetas tienen ustedes para aumentar la actual producción local?

Concienciar al agricultor de que va a tener un precio justo, concienciar a las autoridades de que hay que potenciar al sector con más ayudas y de que, entre todas las partes, hayan acuerdos para que esa mercancía cuando salga al mercado lo haga a un precio razonable y justo para todos.

Vamos, ¿que no se hagan tampoco la competencia entre ustedes?

No, si no tenemos por qué hacérnosla. Tenemos un producto sano y de calidad. No tenemos que hacernos la competencia, sino que tenemos hueco para todos. Si tenemos durante todo el año un precio de importación, ¿por qué aquí no lo podemos tener?