El pago de Casas de Aguilar, en las medianías de Guía, estrenó ayer su centro de salud para 1.317 tarjetas sanitarias, por el que venían luchando desde hace más de 20 años, que sufrió la quiebra de la primera adjudicataria de las obras, y en el que se invirtieron 343.624 euros. El presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, resaltó que la sociedad ha registrado un cambio en las últimas 25 años en materia de salud y educación, porque son prioridades políticas.

Recibieron durante muchos años las consultas médicas en los bajos de un inmueble. Era un centro provisional, pero cuya finalidad se alargó durante mucho más tiempo del que hubieran desea-do, con humedades, frío y con unos servicios mejorables. Estas condiciones cambiarán a partir de ahora para los vecinos de Ca-sas de Aguilar y los núcleos más próximos.

Paulino Rivero inauguró ayer el nuevo centro de salud junto a la consejera de Sanidad del Gobierno de Canarias, Brígida Mendo- za; el alcalde de Guía, Pedro Rivero; la directora del Servicio Canario de la Salud (SCS), Juana María Reyes; y el director del Área de Salud de Gran Canaria, Luis Suárez, y que contó con la presencia de un nutrido grupo de vecinos, que pudieron visitar por primera vez las instalaciones en las que pasarán consulta.

La responsable del centro, Carmen Delia Méndez, recordó que habían estado en locales provisionales desde hace más de 20 años, a la espera de este nuevo proyecto. Y es que, además de la búsqueda del solar y la financiación, tuvieron que sufrir la quiebra de la empresa que había recibido el encargo de construir el inmueble, por lo cual se demoró todavía más su terminación. En conjunto, la obra costó 343.624 euros.

Carmen Delia Méndez y el enfermero Carlos Medina atenderán en este centro a una población de 1.317 tarjetas sanitarias, de los cuales dos de cada diez usuarios tienen más de 65 años de edad.

El presidente canario señaló que "hoy es un día feliz", y defendió los avances logrados en materia sanitaria. Mientras, el alcalde apuntó que el inmueble lleva el nombre de la beata Sor Lorenza Díaz Bolaños, que era vecina de la zona y enfermera de profesión.