El exportador de tomates y socio fundador de la Sociedad Agrícola de Transformación (SAT) Los Nicolases Antonio Pérez Hernández falleció el pasado 28 de junio, a los 87 años de edad, y fue enterrado el día siguiente en el cementerio de San Rafael de Vecindario, cerca de donde tenía sus cultivos.

"A Antonio no se le puede entender sin hablar a la vez de sus hermanos Cristóbal y Salvador, porque los tres han sido primero trabajadores y después emprendedores que dieron trabajo a mucha gente que pasaba hambre". Así los ve el exalcalde de Santa Lucía, Silverio Matos.

Su entrega y cercanía a los empleados se notó en el funeral que se celebró el pasado viernes en la parroquia de San Rafael. Antonio se ha muerto un año y ocho meses después que su hermano Cristóbal, quien junto a Salvador, empezaron cultivando alfalfa y haciendo pozos. Después se dedicaron a los tomates creando, primero, la empresa Hermanos Pérez Hernández, y, después, la Sociedad Los Nicolases, en 1986. Pese a que estaba jubilado y la empresa la llevan sus hijos y sobrinos, Antonio Pérez acudía junto con su hermano Salvador hasta hace poco a los cultivos y al almacén.

"Mi tío era de los tres hermanos el más abierto y estaba al corriente de la situación delicada del sector del tomate", señala Salvador Pérez. Tanto él como sus hermanos llevaban casi toda su vida trabajando en los tomateros. De hecho, Cristóbal Pérez se trasladaba durante las zafras de tomates de 1963 a 1975 a Londres, donde, al igual que otros exportadores canarios, se hacían cargo de la comercialización de sus frutas. "Ha sido afable, cercano, un luchador y un gran trabajador como sus dos hermanos", dijo Salvador Pérez.

Tras varias décadas como empresarios exportadores los tres hermanos fundan la SAT Los Nicolases, cuyo nombre procede de su padre, Juan Nicolás Pérez Tejera. En la actualidad dicha sociedad agrícola es una de las pocas que están en activo como Bonny y Framape.

La SAT Los Nicolases la integran diez socios que cultivan 40 hectáreas en la zona baja de Vecindario, junto al cementerio parroquial de San Rafael. Su sobrino y dirigente de la sociedad, Salvador Pérez, apunta que en estos momentos trabajan en los tomateros y en el almacén 190 personas. "Hace diez años teníamos 250 empleados y se cultivabamos más. Ahora tenemos 25 hectáreas sin cultivar".

Relevo generacional

En tal sentido, el presidente de la Asociación Agrícola de Jóvenes Agricultores (Asaja), Roberto Góiriz, valoró positivamente que gracias al relevo generacional, "es una gran alegría seguir contando con la SAT Los Nicolases, una empresa familiar modélica muy importante dentro del sector. Sus sobrinos son muy punteros y llevan muy bien la empresa", añadió.

En el mismo sentido se manifestó el presidente de la Cooperativa Agrícola Yeoward, Francisco López, quien trabajó de empleado en su empresa cuando era joven: "Él y sus hermanos son muy buena gente. Muchas veces me marchaba a otra empresa porque me pagaba más y cuando terminaba el contrato volvía, me recogía y me daban trabajo". "Han sido muy buenos trabajadores y empresarios que se buscaban la vida y se crecían ante las dificultades".

Para López, "tanto los hermanos como sus progenitores han sido siempre gente muy querida. Han dado trabajo y de comer a mucha gente en su vida".

Por su parte, el exalcalde, Silverio Matos, manifiesta que "los hermanos Pérez Hernández han sido emprendedores que han actuado como una piña y han contribuido al desarrollo económico de Santa Lucía". "La SAT Los Nicolases siempre ha sido muy creativa, poniendo en marcha nuevas tecnologías. Son gentes muy capacitadas, de las que todos nos sentimos muy orgullosos porque han sido personas muy sencillas y cercanas".

Por último, el sobrino de Antonio Pérez Hernández, Salvador Pérez se mostró muy agradecido "porque de él he aprendido a trabajar, a ser constante en el trabajo; a saber que no todo consiste en el dinero, aunque hay que cuidar los negocios. Nos ha enseñado a ser buena gente también con el personal y los traba jadores. Todo un modelo a seguir".Descanse en paz.