Las Ordenanzas Municipales de Policía y Buen Gobierno aprobadas en sesión plenaria el 29 de noviembre de 1949 establecía en su artículo cuarto que el pendón de la Ciudad debía de ser de color carmesí y con escudo municipal bordado en el centro. Además, llevaría una bordura de leones, castillos, espadas cruzadas, yugos y flechas. En la práctica, el diseño nunca se confeccionó, según el área de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento. De ahí que Arucas nunca tuviera una bandera de forma oficial, usándose durante las siguientes décadas un emblema rectangular partido en diagonal, con triángulo inferior de color amarillo, y verde en el superior, que se empleó especialmente en acontecimientos deportivos y sociales.

En la década de 1990 se empieza a trabajar en un modelo definitivo. En este proceso se elaboraron hasta ocho bocetos distintos, hasta definirse el actual.

La bandera municipal partió de tres propuestas diseñadas por el cronista oficial de Arucas, Pablo Policarpo de Jesús y Vélez-Quesada, quien había solicitado previamente asesoramiento al que fuera concejal del Ayuntamiento Florencio Santana Sánchez, quien, a su vez, había realizado en 1953 el dibujo definitivo del escudo heráldico de la ciudad, que luego fue aprobado y del que ahora también se conmemora su sesenta aniversario.

Santana Sánchez realizó al menos cinco propuestas para la bandera, aunque no se incluyeron en el correspondiente expediente, al no ser remitidos "oficialmente" al Ayuntamiento.

El diseño y el proyecto de la bandera de Arucas fue aprobado definitivamente en la Comisión de Gobierno (hoy conocida como Junta de Gobierno Local), celebrada el día 26 de julio de 1994, siguiendo las facultades conferidas por el Pleno Corporativo celebrado el día 20 de julio de 1994, en el que, a su vez, se aprobó seguir y aprobar las consideraciones del informe emitido por la Comisión de Heráldica de la Comunidad Autónoma de Canarias, dependiente de la consejería de Presidencia y Turismo, viceconsejería para las Administraciones Públicas y Dirección General de Administración Territorial. Sus sugerencias de 13 de julio de 1994 fueron remitidas al Consistorio el 19 de julio de 1994, con registro general de entrada 10.097.

Por eso ahora se conmemora el vigésimo aniversario de la aprobación de la bandera por parte del Ayuntamiento. Si bien es verdad que la bandera de Arucas tendría que esperar a su aprobación definitiva a una Orden de 6 de marzo de 1995, y publicada en el Boletín Oficial de Canarias (BOC), con el número 42 de 5 de abril de 1995.

La bandera municipal tiene una proporción de 2:3, distribuido por mitad vertical, en campo amarillo oro al asta y verde esmeralda al batiente. Y centrado en el campo amarillo oro aparece el escudo heráldico de Arucas en sus esmaltes originales, con fileteado en negro. Tiene, además, una proporción de 2:4 con relación al alto de dicho campo, que es el paño de la bandera propiamente dicho.

Finalmente, el asta cilíndrica, cinada o rematada con plomo. En madera para, ser izada, en edificios públicos, y tubular en metal dorado, de iguales características para presidir los actos corporativos del municipio.

Alegorías

El amarillo oro simboliza la riqueza generada por la dedicación agrícola e industrial de los habitantes del municipio durante sus cinco siglos de historia. Mientras, el verde esmeralda representa las distintas modalidades agrícolas que lo han sustentado a lo largo del tiempo, así como de esperanza en un brillante futuro, fruto de la laboriosidad colectiva. Alegórico, a su vez, a la piedra preciosa de su color, que, extraída de la tierra, es símil del arduo trabajo de la tierra al cultivarla, frutos generadores de riqueza.

La verticalidad de los campos de la bandera simboliza los dos pilares básicos y fundamentales sobre los que se ha apoyado en toda época el concepto de auge y bienestar de la población aruquense, según la Concejalía de Patrimonio Histórico.

El 20º aniversario coincide con los 60 años del escudo, que fue aprobado por el general Francisco Franco en el año 1954, tras sortear un largo culebrón de trámites que se prolongó durante ocho años, y que incluyó el diseño de hasta siete bocetos distintos.