Las banderas de España competían a partes iguales con las de Canarias en los balcones de las casas de casco de Valsequillo, algo extraño en un municipio en el que los dos principales partidos, el del gobierno y la oposición, son nacionalistas. Los turrones de Candelaria y los helados Fiesta de Arinaga inundaban las esquinas de las calles adyacentes a la plaza de la iglesia de san Miguel.En otro ventorrillo no podía faltar el queso de Valsequillo en sus exquisitas variedades. En otro se vendía miel, otro de los productos típicos del pueblo, y vino.No faltó el stand que vendía pan fresco de distintas especialidades. De huevo, de matalahúva, con sésamo, de papa, de batata, de nueces? Para todos los gustos y de todos los sabores. Al lado colgaban la ristra de chorizos de Teror. C. D. P.