"Ha sido una experiencia bestial". Javier García ha pasado todo el verano en Ibiza. Pero no de vacaciones y en sus playas, sino "trabajando duro" para convertirse en la mayor promesa profesional de las discotecas. Y para ello ha superado la barrera que suponía inicialmente su juventud, conquistando a auténticas leyendas de la música como Carl Cox, Pete Tong y Paco Osuna, que han participado como mentores en el Burn Residency, una especie de reality, que se asemeja a Operación Triunfo, pero sin la televisión de por medio.

Javi Row, como le conocen en las salas de fiesta , superó con éxito las sucesivas pruebas, que incluían moverse con habilidad entre los discos y las mezclas y, sobre todo, con una calidad musical que contagiaba al gran público.

Javier García Ramos acudió a este certamen internacional como ganador de la selección española, al que se habían inscrito 900 candidatos. En la isla balear se enfrentó a la gran final de este programa de formación que tutela Burn, la bebida energética de la multinacional Coca Cola. Y como si de un programa de televisión se tratara, fue superando las fases hasta pasar a la gran reválida, a la que optaban cinco contrincantes. Junto a Javi llegaron los representantes de Japón, Dinamarca, Suecia y Rumanía. Pero este joven guiense no se conformó con estar allí, pese a que era todo un éxito a sus 19 años, y fue el mejor de todos ellos, a juicio de los profesionales que debían poner puntos a los candidatos.

El joven estudiante de Derecho se acaba de convertir en el mejor de los 6.000 aspirantes que optaban al premio de 100.000 euros, que se destinará a encauzar su carrera profesional, además de ganarse otros muchos réditos profesionales para tratar de convertirse en el pinchadiscos de moda en todo el mundo, ya que se unirá en esta nueva etapa a los mejores de la música electrónica.

De momento, el concurso celebrado en Ibiza le permitió ya colarse en renombradas discotecas y festivales musicales del verano en nuestro país. Entre ellas Privilege, Sankeys Ibiza, Café Mambo, Mambo Sushi, Sands Beachclub y Savanna, así como por Ibiza Sonica Radioy en Los Monegros, entre otros rincones de la noche.

"Al principio pensaban que era muy joven; pero eso era un factor a favor y otro en contra. Luego ya me decían que tenía la cabeza bien amueblada". Y cuando habla de su música dice que tiene mucho de underground.

El disck jockey guiense fue dejando una grandísima impresión entre sus reputados tutores, ya que se lo rifaban para tenerlo bajo su tutela. Así lo expresó especialmente Phillipp Straub, que grabó una sesión suya para emitirla en su programa especializado de la BBC británica.

El músico recuerda también los momentos que compartió con John Digweed, uno de los genios de la música. "Fue increíble", recuerda ahora.

El verano le ha permitido descubrir cada día los secretos de los grandes de la música, con cursos de producción y otras tareas de aprendizaje de la mano de los mejores. "Ha sido una evaluación permanente, con grandes mentores de todo el mundo".

La organización llevó la final de Burn Residency al Beachouse, y fue parte del famoso Rumors Festival.

Los cinco aspirantes al gran título pincharon delante de casi 1.500 invitados, entre ellos profesionales de la talla de Felix da Housecat y Richie Hawtin. Y el ganador del Burn Residency 2014, Javi Row, tuvo la oportunidad de fusionar su música al lado del reconocido DJ Guy Gerber.

Al pinchadiscos se le abre ahora las puertas a una gira por Europa y distintos países americanos, entre ellos Estados Unidos.

De momento, este premio le obligará a dejar apartado temporalmente sus clases de derecho en La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, hasta que pueda afianzar su nueva profesión, así como sus estudios de inglés en la Escuela Oficial de Idiomas, si bien tendrá ahora la oportunidad de poner en práctica en sus viajes esos conocimientos adquiridos de inglés.En pocos días comenzará a grabar su primer disco en un estudio de Berlín, en Alemania, con grandes técnicos de sonido, que le darán el último baño a la música que él ha ido moldeando.

"Cuando me inscribí aspiraba a llegar aquí, pero ganar...", reconoce ahora el disck jockey. Este éxito le abre ahora una ingente cantidad de puertas, de la mano de la multinacional de bebidas energéticas. Pero lo hace con los pies en el suelo. "Debo seguir trabajando", reconoce este joven, que sabe que todavía tiene que seguir mejorando para ser una gran estrella mundial de las salas de fiestas. Pero no le importa porque "esto es lo que me gusta".

Como ya declaró antes de viajar a Ibiza en mayo a este periódico, se bautizó en la música ante el gran jurado, que es el público, cuando apenas contaba con 14 años de edad, en el Carnaval de Maspalomas, después de darse a conocer previamente en las redes sociales con algunas de las mezclas musicales que había elaborado.

Curiosamente, hace un año se inscribió en el Burn Residency, pero fue excluido porque todavía no tenía 18 años, la edad mínima para participar. De ahí que en esta fase final de Ibiza haya vuelto a ser el más joven de los participantes, cuya media se encuentra en torno a los 30 años.

Para superar aquella primera criba tuvo que crear su propia mezcla de algo más de un cuarto de hora y subirla al Facebook. Hoy es el mejor talento de los 6.000 candidatos que presentaron sus datos en 18 países, y su nombre comienza a sonar en los ambientes musicales de todo el mundo. Y los mentores se han encargado de divulgarlo en sus ámbitos de influencia.

El joven pinchadiscos anhela ahora seguir haciendo carrera en las discotecas de todo el mundo, con el aval de un título mundial.