La solución de los técnicos del Gobierno de Canarias para resolver el conflicto del Oasis de Maspalomas plantea recuperar el palmeral y el frente marítimo mediante la reubicación del nuevo hotel de la cadena Riu y el traslado del Ifa Faro y de los establecimientos comerciales hacia parcelas más alejadas del litoral, según adelantó ayer el consejero de Política Territorial, Domingo Berriel, quien declaró que la próxima semana se iniciarán las negociaciones con los propietarios, el Cabildo de Gran Canaria y el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana para llevar una propuesta al Consejo de Gobierno antes del 15 de octubre, tal como se había comprometido al rechazar la declaración del Oasis como Bien de Interés Cultural (BIC).

"Todos tienen que hacer un sacrificio si quieren que resolvamos la situación del Oasis, aquí no hay varitas mágicas", advirtió Berriel ante la cantidad de intereses empresariales que coinciden en esa zona turística del sur de Gran Canaria. "Damos por hecho que vamos a tener las cooperación de los inversores, que saben que con esa renovación del Oasis se van a beneficiar", apuntó.

La principal dificultad se encuentra en el encaje del nuevo hotel Oasis Maspalomas en la propia parcela de Riu o en las cercanías, por lo que se están barajando varias opciones arquitectónicas para derribar y reconstruir el establecimiento de la cadena mallorquina, que de entrada se niega a abandonar el solar de su propiedad.

Berriel dijo que los técnicos de su departamento han estado trabajando todo el verano en la reordenación urbanística del Oasis y el pasado martes ya le presentaron "una propuesta maravillosa", que primeramente se dará a conocer a los propietarios afectados. "Antes de negociar hay que tener las soluciones técnicas perfectamente estudiadas, y eso no es fácil porque el espacio es muy constreñido y es mucho el terreno del palmeral que se quiere liberar para el uso público", resaltó el consejero, quien precisó que "fruto de ese trabajo se ve la viabilidad de implantar el hotel de Riu sin que ocupe todo aquello".

En esos estudios técnicos, que se empezaron a elaborar inmediatamente después del rechazo del Gobierno autonómico al expediente del Cabildo de Gran Canaria para declarar el Oasis como BIC en la categoría de Sitio Histórico, "también se ve la viabilidad de liberar espacio en el palmeral y recuperar el dominio público marítimo terrestre entre la Charca y el Faro de Maspalomas, que es el objetivo inicial", recalcó.

Negociación

"Ahora -añadió Berriel- vamos a empezar la negociación con los afectados y espero que en quince días podamos tener una propuesta para llevarla al Consejo de Gobierno; si no la tenemos antes del 15 de octubre pediremos una prórroga". Respecto a las críticas del Cabildo y de la patronal turística por las incertidumbres sobre el Oasis en las últimas semanas, Berriel señaló que "es ahora cuando se tienen las soluciones y se ponen sobre la mesa".

A su juicio, los técnicos de la Consejería de Política Territorial y de la empresa pública Gesplan han encontrado "buenas soluciones urbanísticas para trasladar hacia atrás" los establecimientos hoteleros y comerciales que se encuentran en la primera linea de la playa de Maspalomas. Los cambios de ubicación se realizarán a través de convenios urbanísticos.

En concreto, se plantea "concentrar la nueva edificabilidad del Oasis" en una parcela de suelo público que está situada entre la parte trasera del hotel Residencia de Seaside -elegido recientemente como el mejor del mundo por los clientes de TUI- y el parque público Tony Gallardo. En ese espacio se instalarán los establecimientos que tengan que abandonar la primera linea del frente marítimo.

Ese será un proceso complicado y dependerá de los propietarios, pues la intención del Gobierno es que la renovación vaya ligada a la paulatina desaparición de los establecimientos turísticos más cercanos a la playa. Aparte de distintas alternativas para el hotel Oasis de Riu, la propuesta del Gobierno regional incluye el derribo y traslado del Ifa Faro a otra parcela de Maspalomas o Meloneras, así como la demolición y reubicación del centro comercial Oasis, el restaurante El Senador y el balneario.

En una "segunda fase", detalló Berriel, se afrontará la recuperación de los terrenos situados junto a la Charca, ocupados ahora por más de una veintena de viviendas particulares y de pequeños complejos de apartamentos. El hotel Palm Beach, también de la cadena Seaside de Theo Gerlach, podrá permanecer hasta que afronte una nueva rehabilitación, aunque tendrá que ceder su parte del palmeral para uso público. "El Palm Beach no se puede recuperar de momento y las casas las quitaremos en su día", anunció.

El centro comercial del grupo Satocan sobre la azotea del aparcamiento de Maspalomas, paralizado primero por el BIC del Cabildo y ahora por la suspensión del planeamiento del Gobierno canario, no estará afectado y podrá seguir adelante con su implantación, explicó Berriel, que eludió pronunciarse sobre los plazos que maneja el Gobierno para el traslado de los hoteles. "El Ifa se tirará cuando se tenga que tirar", comentó.

"El hotel de Riu era el que se iba a derribar y tenemos que dar una solución para que lo que se construya nuevo no impida la recuperación de las zonas verdes públicas y la liberación del frente marítimo", insistió. Otra de las ideas al despejar la costa de edificios es resaltar los valores arquitectónicos del Faro de Maspalomas.

Berriel se mostró confiado en que la propuesta sea bien acogida por los propietarios, caso de Riu, Ifa-Lopesan o Seaside. "Si recuperamos un gran espacio de palmerales es porque alguien tiene que cederlo y a cambio de que su negocio sea viable, no seguir en un lugar deprimente; si yo pretendiera invertir 50 millones querría que ese lugar fuera maravilloso", concluyó.