"Si es veterinario y quiere montar un restaurante, le ayudaremos igual, le asesoraremos y la daremos un servicio gratuito", asegura Ernesto Molina, vocal de Empleabilidad en la nueva junta de gobierno. "Le ayudaremos a montar desde un quiosco de periódico hasta una clínica veterinaria o una agencia de viajes. Si no hay salidas laborales en el sector, ofreceremos asesoría gratuita para otros campos. Estos no son disparos al aire ni brindis al sol. Es un sistema solidario porque los que están trabajando van a ayudar y a financiar los servicios a los que no lo hacen. Hay que dignificar la profesión", apunta el consultor Javier Hernández.

La idea es ofrecer a los colegiados tanto orientación laboral como la oportunidad de crear empresas, y a éstas, poder intermediar laboralmente para mejorar la gestión de los recursos humanos. Para ello el Colegio cuenta con dos profesionales especializados: el economista Javier Hernández, experto en emprendeduría, y Nora Blanco, especialista en orientación e intermediación laboral, que son dos campos que van de la mano y necesitan especialización.

Cada año salen 30 o 40 nuevos licenciados en Veterinaria. En la actualidad hay mayor porcentaje de alumnas que de alumnos. Aproximadamente el 70% está conformado por mujeres. "Estamos negociando con los bancos. El colegio, como es un buen cliente para los bancos, no ha pedido mayor rentabilidad para su dinero, sino ventajas para los colegiados, productos para financiar sus inversiones. El colegio negocia con los bancos para beneficiar a sus colegiados. La gente está noqueada porque no sabe qué hacer sin trabajo".

Empleo

Ernesto Molina Saavedra (Gáldar, 1983), vocal de Empleabilidad del Colegio de Veterinarios de Las Palmas, es el encargado de desarrollar este plan de empleo. Terminó la carrera en 2008, hizo el internado en el hospital veterinario de la Facultad y trabaja en la clínica Benartemi de Vecindario. En diciembre fue elegida la actual junta de gobierno que tiene seis años de mandato.

"Yo cuando terminé la carrera estaba perdido. No sabes dónde acudir, qué hacer y cómo moverte. Una parte de este proyecto es cubrir esa laguna para que la gente que acaba de salir tenga a dónde y cuente con asesoramiento profesional", señala.

"La idea surge para ayudar a los colegiados, pero no solo a los nuevos, sino a los que ya están trabajando, para que mejoren, y también los que quieren montar su empresa. El Colegio los apoyará a todos, además de las empresas que están pasando una mala época por la crisis, que afecta mucho a las clínicas y a los veterinarios en general", añade.

A esas empresas se les va a prestar un servicio para que mejoren y no cierren. "Están cerrando muchas clínicas. Yo he tenido suerte porque estoy trabajando, pero veo el problema en muchos compañeros". El Colegio ofrece este servicio de forma gratuita tanto a empresas como a profesionales.

"Como los establecimientos veterinarios también tiene problemas de morosidad porque los clientes de mascotas muchas veces no pueden pagar una operación por la crisis, el colegio firmará convenios con los bancos para que estos faciliten productos de financiación a las clínicas para sus clientes". Los dueños de mascotas a veces piden sacrificarlas porque no tienen dinero para sufragar una operación. De esa forma se ayudará a las dos partes.

Según el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y el Albergue Insular, ya no se encuentran animales abandonados en la calle, sino que son entregados por sus propietarios entre llantos con la bolsa de pienso porque no pueden mantenerlos. "Los perros y los gatos también han sido víctimas de la crisis".

"¿Qué joven se mete en un colegio profesional a dedicar tiempo que ya de por sí no le sobra porque ve la realidad de muchos de sus compañeros desempleados? Hay compañeros que tienen ideas de empresas pero no saben cómo ponerlas en marcha. Otros cierran la clínica cuando quizá con un apoyo podrían mantenerla. Toda esa realidad está en el día a día", manifiesta el economista Javier Hernández.

"Este colegio se ha puesto el mono de trabajo para que la gente busque empleo, para que los veterinarios que tengan una idea de negocio la lleven a cabo y para que no haya ningún impedimento que no sea más que sus ganas de hacer las cosas, su actitud. Lo único que necesita el veterinario ahora mismo es tener ganas. El colegio pone todo lo demás. Es una apuesta fantástica", agrega.

La junta de gobierno del Colegio de Veterinarios quiere que los licenciados se colegien convencidos de que supondrá una prestación de servicios interesante. El Colegio solo se nutre de las cuotas de los colegiados y del servicio que presta a las clínicas de microchips, cartillas y sellos de calidad.

También presta servicios a los ayuntamientos ya que todos tienen la obligación legal de llevar un censo de perros y de gestionar el abandono animal. Casi el 90% de los municipios de la provincia de Las Palmas tiene conveniado con el Colegio el censo a través de Zoocan.

Los dos colegios de veterinarios de Canarias disponen de una herramienta, Zoocan, que se pone a disposición de los ayuntamientos para hacer esta gestión, para que todos los animales estén registrados e identificados. Los colegios de veterinarios no cuentan con ninguna subvención ni ayuda pública.

El Colegio de Veterinarios de Las Palmas cuenta actualmente con 751 colegiados ejercientes con una media de edad de 39 años. La provincia tiene 162 centros veterinarios: cuatro hospitales, 77 clínicas y 81 consultorios.