El Cabildo de Gran Canaria ha destinado 126.000 euros, financiados en un 85 % con fondos europeos, a la señalización y amojonamiento de la zona de la Reserva Natural de La Charca y las Dunas de Maspalomas con el fin de reforzar las medidas de restricción del uso público al área de exclusión.

La consejera de Medioambiente y Emergencias del Cabildo de Gran Canaria, María del Mar Arévalo, ha explicado este viernes que el proyecto, que abarca 1.700 metros y 43 hectáreas de superficie, persigue "poner en valor y preservar el carácter medioambiental de toda la reserva natural". Arévalo ha señalado que uno de los objetivos es "informar a los miles de turistas de que no sólo disfrutan de un entorno paradisíaco, sino que están alrededor de un espacio de un gran valor medioambiental, lo que también complementa la oferta de sol y playa".

El presidente del Cabildo de Gran Canaria, José Miguel Bravo de Laguna, ha subrayado la necesidad de regular este enclave emblemático para la isla, algo que han demandado vecinos, empresarios, ecologistas y administraciones públicas", ha dicho. Las obras de amojonamiento prevén la instalación de bolardos de madera para marcar la zona en torno a la Charca, y comunicar, a través de carteles, el régimen del uso de la Reserva.

Para ello, se instalarán 1.272 postes con señalización vertical, diseñados para soportar las inclemencias marinas, así como 140 paneles de aluminio con vinilos en varios idiomas que alertarán sobre la zona de exclusión y la prohibición de alimentar a los peces y pescar. Además, se renovarán unas 50 señales informativas, que serán sustituidas por unas de aluminio de material más duradero y se expondrán en tres idiomas: español, inglés y alemán. De igual forma, se habilitará una plataforma de madera en un árbol situado en la Charca de Maspalomas para favorecer la cría de aves que sólo anidan en esta zona, como las garceas o el águila pescadora.