Las presas de Gran Canaria se encuentran al 22% de su capacidad total, lo que obligará a aplicar restricciones en el riego agrícola si no llueve este próximo invierno. Tras otro año de sequía, en el que apenas ha entrado agua en los grandes embalses del sur de la Isla, las reservas se han reducido a 9,5 millones de metros cúbicos, lo que supone una pérdida de 2,9 millones en el último año.

La situación hidráulica no es alarmante, pero empieza a generar "preocupación" en el Cabildo de Gran Canaria y entre los regantes, según admitieron a este periódico el gerente del Consejo Insular de Aguas, Gerardo Henríquez, y el secretario de la Cooperativa de Organizaciones Agrícolas y Ganaderas (COAG), Juan Hernández.

"No hay un problema de restricción inmediata, ni mucho menos; vamos a ver cómo transcurren los próximos meses, pero si no ha entrado agua al final del invierno tendremos que adoptar medidas", informó Henríquez, quien precisó que las posibles restricciones se harían "en combinación con las heredades y comunidades de regantes, acotando el agua que se va llevando cada uno y haciéndolo con racionalidad".

El gerente del Consejo Insular de Aguas insistió en que habrá que esperar a que acabe el invierno porque la época de lluvias en Canarias no ha hecho más que empezar. "Tenemos la venda preparada, pero no vamos a ponerla antes de la herida", comentó Henríquez.

Por su parte, el dirigente de la COAG aseguró que las dificultades empezarán en los meses de enero, febrero y marzo, cuando se realicen las plantaciones de la cosecha de papas, un cultivo que necesita mucha agua. El problema, aparte de la sequía, es que la escasez de agua en las presas del Cabildo dispara el precio de la privada, que en algunos lugares de la Isla, como Valsequillo, alcanza el doble del precio que se paga por el agua pública. La hora de agua de 36 metros cúbicos cuesta unos 14 euros si se compra al Consejo Insular, pero la de heredades privadas ha llegado a superar los 30 euros, según Hernández.

Mediciones

La última medición del agua embalsada, del pasado 31 de octubre, se acerca peligrosamente a las peores cifras de la última década, las de finales de 2008 y principios de 2009, fechas en las que el Cabildo restringió el uso del agua de presas en las cosechas de invierno porque las reservas se redujeron a apenas a 6,8 millones de metros cúbicos. Las intensas precipitaciones de los años 2010 y 2011 no solo aliviaron la situación del campo grancanario, sino que hicieron rebosar varias presas de las cuencas de Tirajana, Mogán y La Aldea, las de mayor capacidad. El embalse de Soria logró su récord, con 12,9 millones de metros cúbicos.

En febrero de 2011 se logró un máximo histórico de agua acumulada, más de 44 millones de metros cúbicos, lo que garantizaba el riego agrícola durante tres años incluso en el caso de que no volviera a llover. Y así ha ocurrido. Las grandes presas de las cuencas del Sur, como Soria, Chira, Cueva de Las Niñas, Tirajana, Ayagaures, La Gambuesa o El Mulato, apenas han recogido agua en este periodo, por lo que ya están con una quinta parte de su capacidad total.

Las precipitaciones de los tres últimos años, sobre todo las del pasado invierno, beneficiaron a los embalses del Norte y de la cuenca de La Aldea, de menor volumen. De las siete presas del Cabildo, Chira está al 26%, Ayagaures al 24%, Gambuesa al 63%, Fataga al 1%, El Mulato al 55%, Candelaria al 29% y El Vaquero al 44%. En conjunto, las instalaciones de gestión pública acumulan 3,39 millones de metros cúbicos, un 32% de su volumen total.

Los embalses de titularidad privada disponen de unas reservas de 6,15 millones de metros cúbicos, un 12% de la capacidad en conjunto, con Soria al 10%, Siberio al 36%, Parralillo al 13%, Caidero de la Niña al 10%, Lugarejos al 49%, Las Hoyas al 19% y Los Pérez al 33%. La presa más conocida de Gran Canaria, la de la Cueva de Las Niñas, permanece prácticamente vacía desde hace dos años.

El porcentaje sería aún más reducido si se realiza la medición sobre la capacidad teórica de la presa de Soria, que es de 32 millones de metros cúbicos. El Consejo Insular de Aguas cambió el pasado verano la forma de calcular el volumen de Soria, tomando como capacidad máxima los 12,9 millones de metros cúbicos que se alcanzaron en 2011. Con el antiguo sistema de medición, Soria estaría actualmente al 4%.

El ritmo del descenso del agua en las presas es de unos 600.000 metros cúbicos mensuales, con picos de más de 800.000 metros durante los meses de agosto y septiembre. Por contra, las entradas solo se registran en los meses de diciembre, enero y febrero. Durante este año solo se han recogido unos 2 millones de metros cúbicos, entre enero y febrero y fundamentalmente en la cuenca de La Aldea , lo que permitió aumentar las reservas hasta los 15 millones de metros. En ocho meses se han gastado 5,5 millones de metros cúbicos.

El gerente del Consejo Insular de Aguas confía en que llueva este invierno y no sea necesario restringir el agua para la agricultura. Las precipitaciones de este fin de semana son un buen augurio, pero se han vuelto a producir en la mitad norte de la Isla. Según los datos del Aemet, entre el domingo y el lunes se han recogido unos 20,6 litros por metro cuadrado en la Cruz de Tejeda, 15 en Valleseco, 11 en la Vega de San Mateo y 9 en Teror. Para hoy martes se prevén nuevas lluvias débiles en las zonas orientadas al Norte.