La historia de la fallecida religiosa Sor Lorenza Díaz Bolaños (Guía 1896-Madrid 1936) se ha transformado en el último año, tras convertirse en la primera mujer canaria que subía a los altares, junto a otros 522 mártires que fueron beatificados en Tarragona. El Ayuntamiento bautizó con su nombre el nuevo consultorio local de Casas de Aguilar, que fue inaugurado el 13 de junio por el presidente canario, Paulino Rivero. Precisamente, este nombramiento está motivado porque sus orígenes se sitúan en las inmediaciones de este pago de las medianías, ya que nació en Lomo Las Azucenas.

Pero no es el único reconocimiento que se le ha otorgado, puesto que la plaza del barrio de San Roque también lleva ya su nombre, destapándose una placa en su honor. Y, en el mismo acuerdo plenario de hace un año, el Ayuntamiento le concedía el título de Hija Predilecta de este municipio.

El alcalde de Guía, Pedro Rodríguez, hablaba de "resaltar la memoria y los valores de entrega y solidaridad que representa una persona como Sor Lorenza, que dedicó su vida a cuidar de los enfermos y de los más necesitados".

No sólo ha recibido homenajes en este tiempo en su municipio, sino que también se vivieron en la Catedral de Santa Ana, en Las Palmas de Gran Canaria. Y las Hijas de la Caridad editaron 'Un diamante de 30 caras', en el que aparece también su rostro.

Sor Lorenza nació en las medianías de Guía, en un ambiente humilde y muy religioso, como lo demuestra que su hermana Blasina siguiera sus mismos pasos. Pronto descubrió su vocación religiosa y se marchó a Madrid donde, como Hija de la Caridad, trabajó en centros de atención a personas necesitadas.

Sin embargo, el clima político hostil que se vivía en la capital de España en aquellos momentos, acabó con la religiosa guiense fusilada cerca de La Almudena, seis días después de su desaparición. Sus restos fueron trasladados hace once años a la capilla de los mártires de la Casa Provincial de San Vicente de Paúl, donde puede ser venerada como beata.