El norte de Gran Canaria se levantaba contento ayer por el chubasco de "agua bendita", que refrescó cultivos y atmósferas de forma serena y sin grandes aspavientos el pasado miércoles.
Lo que quedaba del frente, y aún por la noche expectantes por la entrada de la borrasca que se hacía esperar, eran unos pocos muros caídos de muy poca entidad, como el de la carretera de Palomino, que une Fagajesto con Barranco Hondo; los restos de ramas y suciedad en Bocabarranco; una inundación en una vivienda en Sardina, de la que aún se estaba recuperando ayer, y el afianzamiento y vigilancia de la carretera de La Aldea de San Nicolás, bajo la premisa de que tras un buen chubasco los riscos pueden seguir inestables durante varias horas. También en Tasarte y Tasartico se enmendaban las carreteras, algunas con daños en las partes más bajas donde la fuerza de los caideros habían levantado el asfalto.
Mientras, en Agaete los padres de alumnos de la escuela unitaria de El Risco tuvieron que dejar a los niños en casa al quedarse el centro sin fluido eléctrico, además de amanecer con humedades. La AMPA solicitaba a Educación una reparación rápida para reanudar las clases.
El alcalde de Gáldar, Teodoro Sosa, municipio al que en la franja norte "se le adelantó la lotería de navidad", como él mismo dijo, aseguraba que los arreglos "son lo de menos porque el agua es vida", apelando a unos agricultores de plataneras y tomates que habían captado unos beneficiosos caudales, a pesar de que en la localidad los pluviómetros registraron unos discretos 25 litros por metro cuadrados, si se comparan con los 74,8 litros que regó el municipio de San Bartolomé de Tirajana durante el mismo episodio y día.
La otra gran localidad agrícola, La Aldea de San Nicolás, también se llevó un pellizco. En sus tres presas y según las cuentas del gerente de la Comunidad de Regantes se recogían unas 7.000 horas de agua, que suponen un alivio doble, por una parte por la propia captación y porque durante unas semanas evita el desembolso de los 23 euros del precio de la hora de agua proveniente de la desaladora.
Así, la presa de Parralillo veía aumentado su nivel entre unos 30 y 40 centímetros; Siberio 1,40 metros y Caidero de La Niña en torno a los 1,80 metros.
Ayer, al menos hasta la noche, no se repetían las precipitaciones, y los barrancos de Tocodomán, que había registrado un tímido caudal el miércoles, y el más animoso de La Aldea, dejaban de llevar agua, eso sí, dejando un gran Charco a la vera de la playa.
Pero el trajín allí no acababa con el cauce seco. José Miguel Rodríguez, alcalde del municipio, explicaba que en ese rumbo de agua al mar se desvía por canales para proceder al reparto entre los denominados comuneros con derechos preexistentes, que son aquellos con derechos a aguas, anteriores a la construcción de las tres grandes presas. La distribución se hace de abajo hacia arriba por todo el valle, "con lo cual todo el mundo queda contento".
De la misma manera se encontraban en las medianías de la cornisa norte por esta "media regadita", según la calificaba el secretario del la COAG, Juan Hernández, que ayer se encontraba sacando papas "y limpiándolas una a una" de una tierra envilmada por cifras en torno a los 25 y 30 litros por metro cuadrado, que es casi el mismo precio en euros de la hora de agua de 36 metros cúbicos.
Además del citado ahorro, Hernández apuntaba que los chubascos podrían hacer rebajar un poco este precio, y ya en el suelo, la lluvia del miércoles y a la espera de la madrugada de hoy viernes, resultaban inmejorables para la papa que se sacará en diciembre. Como también para la verdura de hoja de temporada, y la zanahoria y el puerro. De todas formas Hernández observaba lo negro que se estaba formando a última hora de la tarde en la cumbre de Gran Canaria: "A ver si engancha y empieza de verdad a entrar aguas en las presas y estanques", pedía con evidentes síntomas de estar un poco rascado por unas lluvias que durante el día y la tarde de ayer pasaron de soslayo sobre Gran Canaria para afincarse en Lanzarote, Fuerteventura y, de nuevo, en Tenerife.
Cancelación de actividades
Igual de rascados que los promotores del renovado Mesón de la Montaña de Arucas, que tenían previsto inaugurar hoy por la noche. Las precipitaciones afectaron al asfaltado de la vía de acceso y será la próxima semana cuando abran de nuevo el histórico restaurante. También en Arucas y por las previsiones de los próximos días se han suspendido las distintas actividades culturales y deportivas.
Y en Santa María de Guía otro tanto, con la suspensión de dos conciertos de música y una pasarela de moda previstas para este fin de semana. Son en concreto la actuación del grupo Averessus prevista para el sábado en el teatro Hespérides; el desfile de hoy viernes en la plaza de Las Huertas, así como sus talleres y actividades; y la puesta en escena de Juan Mesa en el mismo lugar. Estas suspensiones incluye la que se iba a celebrar el próximo domingo al mediodía en San Roque.
