Los embalses de Gran Canaria han recogido unos 3,2 millones de metros cúbicos durante los cinco días de la borrasca, de los que 600.000 metros han entrado en las presas del Cabildo. Las lluvias de la última borrasca resuelven el riego de la próxima campaña agrícola en el norte de la Isla y en La Aldea, al tiempo que alivian la sequía en las presas del sur. En el aspecto negativo, las precipitaciones han dañado la red viaria y obligarán a cerrar durante dos semanas la carretera entre Tejeda y Artenara.

La isla recuperó ayer la normalidad tras un fin de semana de fuertes lluvias, vientos y temporal de mar, pero solo dispondrá de tres días de tregua porque para el próximo jueves se espera la entrada de otro frente frío con nuevas precipitaciones. La primera contabilización de pérdidas y beneficios por parte del Cabildo y de los ayuntamientos ofrece un balance "positivo", según declararon ayer los alcaldes cumbreros, pues la entrada de agua en las presas compensa con creces los daños en las carreteras.

Los siete embalses del Cabildo recibieron 759.512 metros cúbicos desde el pasado jueves hasta la mañana de ayer, según informó Gerardo Henríquez, gerente del Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria, quien precisó que las presas más beneficiadas son las de las cuencas de Tejeda y La Aldea, como La Candelaria (288.432 metros) y El Vaquero (146.575), en las que sigue entrando agua.

Los cálculos provisionales de la Comunidad de Regantes de La Aldea señalan que en los embalses privados de El Parralillo, Siberio y El Caidero de la Niña se han recogido unos 2,1 millones de metros cúbicos -50.000 horas de agua de uso agrícola-, lo que garantiza el riego de la próxima zafra sin tener que acudir al agua desalada.

Precipitaciones

Esas cantidades, sumadas a las presas de la vertiente Norte, como Los Pérez, Las Hoyas, Coruña, Acusa Verde y Lugarejos, suponen un total de 3,2 millones de metros cúbicos en toda Gran Canaria, apuntó Henríquez. La nota negativa es la escasa entrada de agua en los grandes embalses del Sur. Entre los que son de propiedad pública, Chira ha aumentado el volumen en 40.628 metros cúbicos, Ayagaures en 8.416, Gambuesa en 68.170, Fataga en 17.009 y El Mulato en 10.282.

La presa de Soria, la mayor de la isla con una capacidad teórica de 32 millones de metros cúbicos, solo recibió 50.000 metros en el primer día de lluvia, el jueves, pues en la cuenca de Mogán apenas volvió a llover en los siguientes días. Las principales precipitaciones del fin de semana se registraron en la Cumbre y las medianías del Norte, concretamente en la madrugada y en la tarde del día 23. Según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), durante el pasado domingo cayeron 138,8 litros por metro cuadrado en Cruz de Tejeda, 103 litros en Valleseco, 43,4 en Las Palmas de Gran Canaria, 30,4 en Telde, 26,8 en Tasarte, 21,5 en La Aldea de San Nicolás, 20,4 en Tunte, 11,5 en el aeropuerto de Gando y 9,2 en Arucas.

La borrasca sobre Gran Canaria se mantuvo hasta las primeras horas de ayer lunes y se contabilizaron otros 24 litros en Valleseco, 13,6 en Cruz de Tejeda, 9,2 en Teror y 7,2 en Telde. No obstante, a mediodía ya lucía el sol en la cumbre y en la mitad sur de la Isla, según resaltaron los alcaldes de Tejeda, Francisco Perera, y de San Mateo, Antonio Ortega, quienes coincidieron en que estas lluvias salvarán las próximas cosechas.

"Nos ha tocado la lotería de la Navidad con un mes de antelación", comentó satisfecho el alcalde de Tejeda. En varios puntos del municipio se han superado los 250 litros por metro cuadrado, lo que ha permitido llenar estanques y aumentar el volumen de agua embalsada en las presas, "una bendición para los agricultores".

Pese a la cantidad de agua caída en cinco días, la lluvia fue serena e intermitente y no produjo grandes desperfectos, señaló Perera, quien limitó los daños al derrumbe de varios muros, a la inundación por goteras en recintos municipales y viviendas, y al cierre de la carretera GC-210, la que une Tejeda con Artenara.

El corte de esa vía, por un desprendimiento a 500 metros del pueblo de Artenara, supone un contratiempo para los turistas que hacen la ruta de las cumbres, pero no para los vecinos, que tienen alternativas para acceder a sus viviendas. Ese tramo permanecerá cerrado un mínimo de dos semanas, según adelantó el consejero insular de Obras Públicas, Carlos Sánchez, quien precisó que hace falta una obra de cierta envergadura porque la escorrentía se llevó un trozo de la calzada.

Sánchez dijo que el resto de las carreteras cortadas durante el fin de semana se fueron abriendo durante la mañana de ayer, pero admitió que este ha sido el fin de semana ha sido "el más complicado que se recuerda en el área de Obras Públicas del Cabildo", pues cada poco tiempo saltaba la alarma por desprendimientos.

El alcalde de La Aldea, José Miguel Rodríguez, se quejó del aislamiento del municipio cuando llega el mal tiempo. "Otra vez ha quedado de manifiesto la necesidad de terminar la carretera desde Agaete, pues el domingo nos quedamos incomunicados por tierra, mar y aire durante varias horas", recordó el alcalde. Las vías de enlace con Agaete y Mogán ya están abiertas y el acceso desde Artenara por las presas permanece parcialmente bloqueado, aunque se mantiene la vigilancia porque los desprendimientos suelen continuar durante las 24 horas siguientes a las lluvias.

"Pese a todo", insistió Rodríguez, "estas lluvias han sido muy positivas para La Aldea porque por fin ha empezado a entrar aguas en las presas y no se han producido destrozos en los invernaderos, aunque habrá que estar atentos a la próxima borrasca porque la tierra ya está muy empapada". La Aemet pronostica que un nuevo frente frío con epicentro en Lisboa alcanzará a Canarias el jueves.