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Artenara

La juez imputa a unos padres por dejar morir de hambre a un hijo de tres años

El fiscal acusa a los progenitores de homicidio y pide que sean juzgados por un tribunal popular

La juez imputa a unos padres por dejar morir de hambre a un hijo de tres años

Unos padres de Artenara irán a juicio por desatender a un hijo de tres años hasta causarle la muerte, según las conclusiones de la Fiscalía de Las Palmas, que ha solicitado al Juzgado de Instrucción número 2 de Arucas la transformación de la causa en Tribunal del Jurado, con la finalidad de enjuiciar a los progenitores por un delito de homicidio.

El niño falleció el día 2 de febrero de 2013. Padecía una afección pulmonar y estaba en un estado "crónico" de desnutrición que contribuyó a su muerte, entre otros padecimientos y carencias que han sido objetivados por los médicos forenses. Por eso la juez citó a los padres el pasado martes en los juzgados de Arucas, para concretar la imputación de homicidio e informarles de los hechos por los que irán a juicio. La defensa reclamó el sobreseimiento al oponerse a la continuidad del procedimiento penal, pero es casi seguro que el Juzgado decline la petición al apreciar el ministerio público indicios de homicidio.

Y es que el fiscal César Casorrán ve responsabilidad penal en el fallecimiento del pequeño, pues Yurena S. A. e Isidro S. R. "desatendieron de forma "deliberada, consciente y reiterada" los cuidados elementales a los que estaban obligados como padres. Ese "comportamiento omisivo", añade en su informe el representante de la Fiscalía, "derivó en un deterioro físico del menor que finalmente provocó su muerte".

Ahren S. S. falleció en la tarde del 2 de febrero de 2013. Sus padres lo llevaron al centro de salud de Artenara al ver el mal estado en el que estaba. El personal médico, debido a la gravedad de los síntomas, decidió trasladarlo en ambulancia al consultorio de Tejeda. Por el camino le practicaron maniobras de reanimación, pero finalmente llegó sin vida al centro sanitario. Eran poco más de las 23.00 horas cuando esto ocurrió.

Defecto congénito

El menor nació con una lesión congénita conocida como labio leporino, es decir, un hundimiento de la estructura nasal y del labio superior que se agravó con el paso del tiempo. También sufría una patología pulmonar que derivó en un proceso infeccioso con resultado de bronconeumonía, así como un estado crónico de desnutrición y deshidratación con atrofia muscular, además de un retraso "importante" de estatura, lesiones ulcerosas y "picaduras de insectos" contusas en distintas partes del cuerpo, entre otras heridas.

El fiscal concluye que los padres "nunca" sometieron a su hijo a los controles y revisiones médicas exigidas. Esa omisión, en la práctica, imposibilitó que le diagnosticaran esas patologías y le aplicaran los tratamientos oportunos, "sin que se le proporcionara la vacunación necesaria ni conste historial clínico de ningún tipo".

La autopsia concluye que la muerte fue natural, pero derivada de una bronconeumonía favorecida por la fisura palatina, la deshidratación y la malnutrición. Es más, la broncoaspiración que causó el fallecimiento se podía haber evitado con antibióticos.

La defensa, que reclama diligencias complementarias si no hay archivo, alega que los padres no tuvieron intención de matar a su hijo. Los imputados han declarado que tenían un restaurante y que se vieron desbordados por el trabajo. De ahí esa supuesta falta de atención y de cuidados.

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