La Provincia - Diario de Las Palmas

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Santa Lucía de Tirajana

Asistente de día, cantante de noche

La artista de Vecindario Gara Guerra combina sus actuaciones musicales con su profesión de trabajadora social

La cantante Gara Guerra ante el Punto J de Vecindario. JUAN CARLOS CASTRO

"Tengo que agradecer mucho a mi abuela Ana del Rosario, cantante de tango frustrada, y a mis padres Ignacio y María Elda mis aficiones por la música y mi actitud solidaria". Así se expresa Gara de los Reyes Guerra Casañas. Las Palmas de Gran Canaria, Playa del Inglés, Madrid y Vecindario han sido los lugares donde ha vivido y ha aprendido sus carreras musical y de trabajo social.

Su primera producción musical fue Consecuencia, de la mano de Estudios Eurosonic, y su próximo proyecto es abrir una tienda de moda G&G en el local donde sus padres tenían Tendencias. Gara Guerra reconoce que ha llevado una vida muy activa. Empezó siendo una autodidacta del folclore canario a sus cuatro años.

A los seis empezó a tocar el timple, guitarra y piano, y a los ocho compuso su primera canción, Canto a mi tierra. A los 14 la descubre el timplista José Antonio Ramos y le acompaña en sus actuaciones de folclore fusionado. Combina sus actuaciones con su formación en danza en el Conservatorio y Escuela de Música de San Bartolomé de Tirajana hasta formar parte, también a los 14 años, de la Coral Polifónica, dirigida por Juan José Falcón Sanabria.

A los 16 años seleccionan su canción Ni la sombra. También cantó con el grupo Artenara. "El aprendizaje ha sido todo un placer", comenta Gara, que le da a la música folclórica, a la más moderna y a la comercial. "Me gusta y divierte mucho mi versatilidad". Ha tenido dos producciones en solitario y diez en colaboración. Ha contado con los músicos Daniel Cruz, Rodolfo Lussón, Oswaldo Hernández, Leila Izquierdo y Luis Merino.

La cantante manifiesta que la versatilidad le "ha generado sostenibilidad, porque el mercado es difícil y los cachés son carísimos. Me ha ayudado tener mucha formación, la constancia, la perseverancia en la lucha". Gara Guerra reconoce que su actividad musical le da para vivir, "aunque a veces con dificultad". Pero su alma también vive de su profesión como trabajadora social. "Me encanta ayudar a la gente, luchar por causas justas, algo que he aprendido del ambiente solidario de mi familia".

Además de trabajadora social es experta en Derecho de Extranjería e Inmigración. Sus primeros trabajos fueron de ayuda y asesoramiento a extranjeros en San Bartolomé de Tirajana . Después estuvo en el centro de atención al refugiado (CEAR) de Vecindario y de mediador intercultural también con dicha ONG en Las Palmas Acoge.

De esa experiencia surgió la canción No me hables de color, que sirve también para colaborar en una campaña de sensibilización y de concienciación. "Yo también hago trabajo social a través de la música. La realidad social me inspira y la música me recarga. Confluyen y me realizan".

Además de trabajar en el centro de día de mayores del Sur, también ha sido trabajadora social de Servicios Sociales de Santa Lucía y, ahora, del plan de empleo social del Sureste. En este tiempo también ha producido la letra y la música de sus espectáculos Algo más que pop y Ritmos de Solidaridad. "La parte social mantiene mis sentidos despiertos. Para mí las realidades de las que muchos huyen son las más importantes, porque una no puede ser feliz si es ajena a la exclusión y a la pobreza que existe en nuestros entornos. Por eso, cantar y hacer trabajo social con la masa me hace sentir útil y gratificada", asegura.

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