La Fiscalía de Las Palmas ha archivado las diligencias abiertas el pasado mes de noviembre por el trato dispensado a 21 inmigrantes que llegaron al sur de Gran Canaria en patera. Estas personas, que venían de Guinea Conakry, Senegal y Sierra Leona, estuvieron más de siete horas al sol, aislados en una duna de Maspalomas, hasta que finalmente fueron transportados en un camión municipal de limpieza: cuatro en ambulancia al Centro de Salud y el resto a comisaría en el volquete del citado camión. Todo porque algunos de los subsaharianos tenían fiebre elevada y se extendió el temor de que tuvieran el virus del ébola, tan de actualidad el año pasado ante los primeros contagios fuera de África.
Las fotos y las imágenes de los inmigrantes en el camión ilustraron periódicos e informativos nacionales. El fiscal delegado en Las Palmas contra el Odio y la Discriminación, José Antonio Díez, abrió la investigación por un delito contra la integridad moral, pero tras recabar informes a las administraciones implicadas descarta que el personal movilizado actuase imbuido de una actitud xenófoba en el trato dado a los extranjeros.
El representante del Ministerio Público considera que esa nefasta atención a los inmigrantes no está vinculada al racismo, sino a un funcionamiento incorrecto del servicio derivado de una falsa alarma por contagio de ébola, pues la actuación de todas las administraciones que intervinieron es manifiestamente "mejorable", explica en su decreto de archivo.
En la patera que arribó ese 5 de noviembre a Maspalomas no había nadie con el virus, sino personas que necesitaban atención tras una dura travesía. El fiscal pidió informes al Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, a Sanidad del Gobierno de Canarias y al Cuerpo Nacional de Policía. El origen del problema parte de la negativa de una ambulancia del Sur a asistir a los inmigrantes y la necesidad de movilizar otro equipo desde la capital grancanaria. La policía asegura que optó por el camión de limpieza porque no tenía otro medio para desplazarse por la arena. Medio centenar de agentes, embutidos con mascarilla y guantes, acordonaron esa mañana la zona nudista de Maspalomas hasta que los enfermos fueron examinados por personal médico del Gobierno regional. Salud Pública no activó el protocolo de emergencias por la ausencia de vómitos y de diarreas, síntomas asociados al ébola.
