El presidente del Cabildo de Gran Canaria, José Miguel Bravo de Laguna, ha anunciado este sábado 14 de marzo que se presenta a las próximas elecciones por el partido Unidos por Gran Canaria, para defender la isla frente a una hegemonía de ATI, que es cada vez mayor, y con el fin de reequilibrar la región.

Bravo de Laguna lidera esta formación, integrada también por Compromiso por Gran Canaria, Ciuca y Partido Demócrata Progresista, después de que el PP, partido al perteneció durante años, con el que concurrió en las pasadas elecciones y del que ayer se dio de baja, no le haya permitido aspirar a la reelección bajo sus siglas.

Considera que la Agrupación Tinerfeña de Independientes (ATI) "ha sido el eje dominante en los últimos años" de la política canaria y Gran Canaria ha perdido influencia política progresivamente, por lo que cree necesario ofrecer una alternativa de gobierno cuya prioridad sea defender los intereses grancanarios.

En su opinión, el PP ha ido abandonando paulatinamente a Gran Canaria y "ha abdicado de su defensa como debe ser", motivado en parte por el pacto al que, a su juicio, han llegado CC y los populares para gobernar en la comunidad autónoma tras las próximas elecciones.

Ese acuerdo "es la única manera que tiene el PP de ganar fuerza" y para ello ha sacrificado el Cabildo de Gran Canaria, ha dicho Bravo de Laguna durante una rueda de prensa junto al presidente de Compromiso por Gran Canaria, José Francisco Pérez; el secretario general de Ciuca, Guillermo Reyes, y el presidente del Partido Demócrata Progresista, Aladino Suárez.

Bravo de Laguna estima que su gestión desarrollada en los últimos cuatro años al frente del Cabildo de Gran Canaria demuestra su compromiso con la isla y su capacidad de defenderla, por lo que quiere someterse al juicio de los ciudadanos, cuyo "juicio y sentencia son inapelables", para que decidan su futuro político, "no un señor de Madrid".

Asimismo, ha confesado que, de haber sido elegido como candidato del PP para el Cabildo de Gran Canaria en las próximas elecciones, "probablemente no hubiese dado este paso" y es consciente de los problemas que le acarrea "en lo personal y en lo familiar".

Preguntado por los periodistas por cómo afecta la decisión a la relación con su hijo, actualmente consejero del PP en la corporación insular, ha manifestado que "cada uno elige su camino" y se siente liberado de actuar en solitario, porque así no arrastra a nadie que le pudiera hacer algún reproche en el futuro.

El presidente del Cabildo de Gran Canaria ha reiterado su voluntad de permanecer en el cargo hasta el final de la legislatura y ha considerado que la gestión de la corporación insular, donde el PP gobierna con mayoría, no tiene por qué verse afectada, ya que solo restan dos meses de legislatura y los proyectos pendientes continuarán.

Bravo de Laguna ha insistido en que "las cosas están funcionando bien y seguirán funcionando bien" en el Cabildo grancanario, no se plantea destituir a ningún consejero y "no pasará nada, salvo que alguien quiera que pase", al tiempo que ha destacado que la imposibilidad jurídica de presentarle una moción de censura, por no haber la mayoría necesaria.

Para él, la situación con el PP "es un capítulo cerrado" y confía en que ese partido actuará correctamente después de haberse dado de baja, aunque se ha puesto "la armadura y el chubasquero", ha ironizado.

Bravo de Laguna ha anunciado que no polemizará con el PP ni con ninguna otra fuerza política y ha insistido en que su decisión no es un acto de indisciplina y lo que le mueve es la defensa de los intereses de Gran Canaria en un momento político de gran trascendencia como el actual que es necesario aprovechar por el bien de la isla.