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San Bartolomé de Tirajana

Santana Cazorla proyecta construir dos hoteles en Meloneras

Varias cadenas turísticas se han interesado por respaldar la inversión de ambos proyectos de cuatro estrellas

Una retroexcavadora en las tareas de ajardinamiento. GIORGIO RAPETTI

El grupo Hermanos Santana Cazorla S.L. pretende comenzar a construir a finales de este año dos hoteles de cuatro estrellas en Meloneras. Se trataría de establecimientos con categoría superior, y uno tendría una capacidad alojativa de 600 camas y el otro de unas 1.000. Según señaló ayer el promotor, varias cadenas turísticas nacionales así como operadores están interesadas desde hace tiempo en respaldar esta inversión porque consideran que esta zona de San Bartolomé de Tirajana tiene mucho potencial, y hay incluso acuerdos pendientes de formalizar.

La oferta hotelera que este grupo pretende desarrollar en esta zona del Sur grancanario se eleva a unas 6.000 camas, lo que supone la edificación de otros cuatro hoteles más, además de un centro comercial, lo que en conjunto sumarían una inversión de unos 500 millones de euros.

Catorce años lleva Santana Cazorla esperando para llevar a cabo el desarrollo de sus proyectos hoteleros en Meloneras. Los proyectos de los dos establecimientos turísticos cuentan desde 2001 con las licencias urbanísticas del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, pero no se han podido desarrollar, pese a que están contemplados en el Plan Parcial Meloneras 2B, debido a un pleito que ha tenido afrontar el promotor con el grupo Lopesan y Satocan, que finalmente ha resuelto el Tribunal Supremo en una sentencia de diciembre de 2014 a favor de Santana Cazorla.

El Supremo ha declarado la vigencia del contrato que Santana Cazorla suscribió en diciembre de 1985 con los Hermanos del Castillo, primos de Alejandro del Castillo, Conde de la Vega Grande, por el que los propietarios del suelo de Meloneras cedían al promotor todos los poderes para urbanizar esta zona turística a cambio de la propiedad de la mitad de los terrenos. El conflicto, que ha impedido al promotor llevar a cabo las inversiones en Meloneras, surge a raíz de que dos dueños de las parcelas, en concreto Manuel y Rosario del Castillo, al margen del primer contrato suscrito con Hermanos Santana Cazorla, deciden otorgar en marzo de 2004 los derechos sobre su parte en esas fincas a Lopesan S. A. y Satocan S.A.

Además, de declarar ineficaces estos contratos de cesión efectuados por una parte de los Hermanos del Castillo a Satocan y Lopesan, el Alto Tribunal obliga a estos propietarios a reintegrar al patrimonio original del suelo las cuotas de participación cedidas a estos grupos empresariales.

También la misma sentencia de 2014 del Supremo establece que Santana Cazorla deberá ejecutar todas las obras de urbanización de toda la finca de Meloneras en los términos pactados con los propietarios, los Hermanos del Castillo, en 1985. En tanto, que las obras de urbanización de Meloneras estaban concluidas desde 1999, y a raíz de este pleito judicial se quedó todo paralizado, ahora el promotor tendrá que procurar que el alumbrado esté en perfecto estado de funcionamiento, así como las redes de agua montadas, que los emisarios submarinos estén conectados y las depuradoras también.

Según aseguró ayer, el presidente de Hermanos Santana Cazorla, Santiago Santana Cazorla, en estos días justo ha iniciado los trabajos para poner al día todas las instalaciones de la urbanización con la idea de que en unos dos o tres meses poder abordar los proyectos hoteleros, si bien para ello, aún está pendiente de que se realice la distribución de las parcelas del suelo con los Del Castillo.

También con Kiessling

Santiago Santana Cazorla subrayó que lo que han hecho los Hermanos del Castillo es una doble venta de sus terrenos, porque primero le vendieron a él y llegaron a un acuerdo en un contrato, y después hacen lo mismo con Lopesan y Satocan.

En este sentido, añadió que afortunadamente el Supremo ha ratificado la validez de este acuerdo de 1985, aunque para ello ha tenido que esperar muchos años, pese a que antes había ganado primero los recursos en Primera y Segunda Instancia.

Por si fuera poco, añadió, la misma operación la repitieron estos propietarios en Lomo de Maspalomas y El Veril, zona esta última donde Kiessling pretende construir el parque acuático.

En El Veril, Santana Cazorla también tenía suscrito un acuerdo en el año 1985 con los Hermanos del Castillo para urbanizar esta zona a cambio también de la mitad de la propiedad.

El presidente de la firma Santana Cazorla asegura que el empresario alemán compró el suelo obviando este contrato puesto que el mismo se lo advirtió, y ya anunció que también defenderá su parte en El Veril.

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