Agaete se le murió ayer la sardina del carnaval poco antes de las cinco de la tarde, entrando la población del pueblo marinero en estado shock, como se puede observar en la imagen. Ella ya venía dando un olorcillo desde el mediodía, atemperado por el frío y el airote ensalitrado en el que discurrió el inmediato entierro, una despedida dantesca que congregó a cientos de personas. Si no es por Bombazo Latino, y la orquesta Tamarindos, que animaron algo el cotarro en la posterior verbena, el drama no hubiera tenido desconsuelo.