La rotura de la tubería que recoge las aguas negras del Hotel Oasis ha invadido de un fuerte hedor todo el entorno de estas zona de Maspalomas. Desde hace dos semanas los turistas, usuarios de la playa, y los trabajadores, que transitan por el aparcamiento frente al Hotel de Riu tienen que soportar los desagradables olores de las cloacas, además de los ruidos propios de este tipo de trabajos. El destrozo de la tubería hizo que se desataran en primer momento las alarmas, puesto que la avería pudo haber causado problemas en el interior de este establecimiento turístico, que se encuentra en plena ocupación porque en este momento está en temporada alta.
En estos días, operarios contratados por la empresa Canaragua trabajan para sustituir no solo el tramo de la red que se rompió sino toda la canalización del saneamiento del entorno del Oasis de Maspalomas debido a su deterioro. A la vista del mal estado del saneamiento de toda esta zona, que lleva instalado casi cuarenta años, la empresa concesionaria se ha visto obligada a sustituir unos 200 metros de tuberías. El hecho de que las tuberías se instalarán en su día por debajo del nivel freático, junto a que antiguamente se fabricaban con fibrocemento, provoca, de un lado, que la acción del mar las deteriore, y por otro, que los gases como el sulfhídrico, que se acumulan en su interior, las vaya desgastando de forma acelerada hasta romperlas, según explicó Jaime Planells, gerente de Canaragua Sur.
Inversión de 300.000 euros
Tras realizar una inspección, y a raíz del incidente del Hotel Oasis, la empresa concesionaria de la gestión de la evacuación de las aguas residuales y el mantenimiento de la red de alcantarillado de San Bartolomé de Tirajana ha decidido cambiar toda el área del Oasis, que afecta, además del Hotel de Riu al Hotel Palm Beach, y a otros negocios turísticos como el centro comercial Oasis. La renovación del saneamiento supone a esta empresa una inversión de 300.000 euros, y los trabajos se prolongarán durante unos diez días más, según aseguró ayer el gerente de Canaragua.
Respecto, a las molestias que estas obras puedan ocasionar a los turistas que se alojan en los establecimientos hoteleros y extrahoteleros del Oasis, Jaime Planells comentó que "los ruidos siempre resultan molestos cuando se está de vacaciones, pero en este caso no ha quedado más remedio que intervenir porque de lo contrario se podía generar un problema mayor si alguna de las tuberías revienta y las aguas negras llegan a inundar algunos de los alojamientos".
Lo que si es cierto es que desde que han comenzado estos trabajos, los turistas y usuarios de la playa tienen que soportar el olor desagradable que emanan las cloacas de estos establecimientos. Se han habilitado vallas para que los turistas y visitantes que se mueven por esta zona no se acerquen a los socavones que se han abierto para cambiar las tuberías. Con todo, las empresas afectadas apuntaron que si bien a ningún hotelero le gusta que sus clientes tengan que soportar molestias por obras en la calle, en casos como este no queda otra opción que aceptarlo, y lo único que les queda es pedir disculpas a los clientes.
Por su parte, el concejal de Servicios del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, Fernando González, destacó que lo que está haciendo Canaragua a la vista de lo que ha sucedido con el tramo que traslada las aguas negras del Hotel Oasis hasta la estación ubicada junto al Palm Beach, es sustituir todas las tuberías de esta zona para evitar que también pudieran. González añadió que la red de esta zona tiene más de cuarenta años, y por eso es lógico que se encuentre en mal estado.
El concejal explicó que todas las aguas negras de la zona del Oasis son depuradas en la planta de El Tablero, donde una parte se reutiliza para el riego de jardines, y la que no se puede aprovechar se vierte al emisario de Meloneras.
