El Cabildo de Gran Canaria ha dedicado unos 160.000 euros durante el año 2014 a transformar las estructuras vegetales de los barrancos, retirando especies agresivas y apostando por otras plantas endémicas, con el propósito de prevenir los incendios forestales.

La consejera de Medio Ambiente y Emergencias del Cabildo de Gran Canaria, María del Mar Arévalo, ha estado acompañada hoy por la alcaldesa de Santa Brígida, Beatriz Santana, en una visita a los trabajos de limpieza y regeneración vegetal realizados en el barranco de La Angostura en el marco del proyecto 'Actuaciones de transformación de estructuras vegetales en cauces públicos'.

Arévalo ha recordado que el objetivo de esta iniciativa es el control de especies exóticas agresivas y pirófitas, la recuperación de ecosistemas forestales autóctonos, la mejora de los suelos, de la infiltración y del paisaje del medio rural.

Con este tipo de intervenciones, el Cabildo aporta, además, un "elemento clave" en la prevención de incendios: "Mantener los barrancos libres de vegetación pirófita evita que los cauces se conviertan en correas de transmisión del fuego cerca de núcleos de población en el entorno rural".

Los trabajos se han realizado entre los pasados meses de agosto y noviembre en los barrancos de La Calva (Arucas), Lomo Cabrito y Jiménez (Firgas), San Lorenzo y El Pintor (Las Palmas de Gran Canaria), Los Propios y Las Nocas (Moya), Utiaca (San Mateo), Guiniguada-La Angostura (Santa Brígida), El Calabozo, La Guardia y El Brezal (Santa María de Guía), El Pino y Los Granadillos (Teror) y La Virgen (Valleseco).

María del Mar Arévalo ha explicado que muchas de estas actuaciones se han realizado en tramos de barranco en las que ya se había trabajado en años anteriores, con el fin de consolidar el objetivo del control de las especies invasoras mediante la plantación de otras autóctonas.

Las especies usadas en esta plantación son acebuche, almácigo, orobal, guaydil, drago y cornical, como especies de bosque termófilo; barbusano, laurel, viñátigo, acebiño, paloblanco, madroño, mocán, faya, peralillo y monteverde, y especies agroforestales como castaño, nogal, almendro, higuera y nisperero.

En total, los operarios han desbrozado casi 15 hectáreas de cañaveral, zarzal y otras especies herbáceas. En otras 3 hectáreas se eliminaron rizomas de cañas y, además, se han plantado 6.500 ejemplares del termófilo y monteverde.