En un encuentro con periodistas de Canarias en Madrid, el presidente de Enagás, Antonio Llardén, ha rehusado valorar las críticas que la construcción de plantas regasificadoras ha suscitado en algunos sectores políticos y ha recalcado que la empresa va a construir lo que marca el Plan Energético Nacional.

Llardén ha explicado que Enagás espera comenzar las obras de la regasificadora de Tenerife este mismo año, con un plazo de construcción de 36 meses.

En cambio, la regasificadora de Gran Canaria, inicialmente prevista en Arinaga, se ha encontrado con la oposición, entre otros, del Ayuntamiento de Agüimes, donde se encuentra ese emplazamiento.

El presidente de Enagás ha subrayado que, aunque "no es el escenario que desea" su empresa, la construcción de la planta de Tenerife puede empezar sin la de Gran Canaria, porque son independientes.

También ha indicado que, sin pretender meterse "donde no le llaman", opina que "no tendría sentido hacer una en un sitio y en el otro no", porque la introducción del gas en Canarias abaratará los costes industriales y de producción de electricidad.