La consejera de Medio Ambiente y Emergencias del Cabildo de Gran Canaria, María del Mar Arévalo, explicó ayer, junto al ingeniero forestal cabildicio Diego Díaz y el responsable de la asistencia técnica, Javier Gil, que el pastoreo controlado puesto en marcha por este departamento con el fin de que los pastores de la isla colaboren en las tareas de prevención de incendios forestales cosecha resultados positivos. "Para nosotros ha sido una interesante sorpresa ya que hemos logrado que el pastoreo controlado sea nuestro aliado en la estrategia de defensa frente a los incendios forestales".
El objetivo de este proyecto de cinco meses de duración ha sido rescatar una de las herramientas que tradicionalmente se ha desarrollado en el entorno rural para la realización de cortafuegos de forma natural: el pastoreo de los rebaños de animales en zonas de riesgo de incendios. Es la primera vez que el Cabildo utiliza este método para la prevención de incendios forestales" con tan buenos resultados", al decir de la consejera.
Hasta ahora la relación del sector ganadero con la institución insular no ha sido tan colaborativo ya que los ganaderos han visto a la corporación más como un obstáculo a sus intereses que como una aliada. A partir de la alianza entre los dos, el ganado ha empezado a pastar en las zonas más adecuadas de la isla para evitar que las hierbas secas se conviertan en verano en el origen del fuego.
"Hemos acordado con los ganaderos para parcelar las zonas de pasto. Nos hemos preocupado por los temas medioambientales para que no perjudique los endemismos ni la flora autóctona. Le facilitamos el pastoreo y nos ayudan a evitar el fuego. Así nos beneficiamos todos con esta ayuda mutua", dijo Arévalo.
Diego Díaz reconoció que el pastoreo controlado "es una herramienta natural muy antigua contra los incendios forestales, pero su uso en España es reciente. Ya Andalucía lo lleva haciendo hace diez o doce años con muy buenos resultados. También se hace en otras partes de España y Europa, aunque en Canarias la isla de Gran Canaria es pionera".
Curioso
Para Javier Gil, "se trata de un proyecto curioso y complejo, como la misma isla de Gran Canaria. Nuestra orografía y el paisaje rural son muy importantes ya que tienen un interés cultural y ecológico. Hasta los años 60 vivíamos de la agricultura tradicional. Los ganaderos cuidan del entorno y por eso debemos formar una alianza con ellos, por el bien de toda la sociedad. La labor del pastor es un cortafuegos natural".
El Cabildo contrató una asistencia técnica, que contó con un presupuesto de 14.000 euros, desde el 1 de mayo al 15 de septiembre del año pasado, con el objetivo de utilizar el pastoreo controlado como herramienta para la prevención de incendios. Durante 2014 se realizó un censo de ganaderos con opción a participar en la prevención de incendios y se localizaron sus explotaciones en el territorio.
Al final se contactó con unos 50 pastores, de los cuales se trabajó específicamente con 25 y con 12 de ellos se delimitaron las superficies susceptibles a ser pastoreadas. A raíz de los resultados obtenidos surge ahora un anteproyecto que cuantifica dichos trabajos y que dan 112,29 hectáreas de superficie a tratar, con un presupuesto total de 254.598,43 euros.
Los pastores trashumantes solo quedan prácticamente en Gran Canaria, donde hay unos 25. En las demás islas apenas hay, si se exceptúa un par de ellos que quedan en La Palma. En la isla de Gran Canaria hay censadas unas 16.000 ovejas, 23.000 cabras y 145.000 vacas que suelen pastar en el medio rural.
Los lugares estratégicos en Gran Canaria son los cauces de barrancos, muy frecuentes en el relieve insular, por lo que son los principales vectores de incendios forestales. En muchos de estos fondos de barranco existen poblaciones de cañaverales, especie exótica y altamente inflamable que genera unos incendios con elevadas llamas y altas velocidades de propagación.
Los rebaños de cabras y ovejas tienen una fuerte apetencia por los brotes tiernos de caña, por lo que el paso continuado de estos rebaños produce en el cañaveral un empradizamiento (convertir en prado un terreno), manteniendo la vegetación con poca altura y eliminando el riesgo de incendios forestales.
Burros
Para gestionar eficazmente las poblaciones de caña en los cauces de barranco, se inició en 2014 un proyecto piloto con burros en la zona del Juncal de Tejeda. Se comprobó que estos animales, a diferencia del ganado ovino y caprino, pueden comer la caña sin un previo corte, lo que disminuye ostensiblemente los costes de la actuación. Es una técnica que, aunque utilizada en otros territorios, aún está en fase experimental en Gran Canaria.
Existen otros lugares estratégicos que conviene tratar por medio del pastoreo controlado, como los matorrales secundarios, principalmente de retama, que antiguamente fueron pastos y que en la actualidad presentan unas elevadas cargas de combustible. El pastoreo controlado puede contribuir, además, a evitar la proliferación de la vegetación en las zonas de servidumbre de las líneas eléctricas, creando así pequeños cortafuegos que impidan la propagación de llamas en masas forestales.
Este proyecto se acometerá en varios años, según señaló Diego Díaz, con un presupuesto anual cercano a los 50.000 euros. En el presente año se pretende reactivar el proyecto con el objetivo de contactar con otros pastores y detectar más zonas susceptibles a ser tratadas mediante pastoreo. En esas superficies se realizarán primero tratamientos selvícolas, principalmente desbroces de matorral, para que después el ganado se encargue de mantener dichas zonas limpias de vegetación.
Científicos
A partir de 2013 se vienen reuniendo científicos, técnicos y gestores especialistas en esta idea del pastoreo como herramienta contra los incendios, asesorando con sus conclusiones, a los técnicos del Cabildo de Gran Canaria a la hora de tomar decisiones. Este encuentro entre científicos y técnicos se celebra periódicamente y se espera que en el futuro siga asesorando al Servicio de Medio Ambiente en cuestiones relacionadas con el pastoreo y la gestión ambiental a través de la constitución oficial de una mesa científico-técnica que dirija este proyecto.
A corto y medio plazo, se tiene previsto crear un canal fundamental de participación del sector en la toma de decisiones: la Mesa de Pastores. Dicho foro pretende ser una herramienta de participación y diálogo permanente entre la Administración y este sector, el de los pastores, responsables de la gestión del paisaje y la biodiversidad en buena parte del territorio insular. El Cabildo de Gran Canaria trata de esta forma de atajar que se pierda masa forestal.
