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Cabildo Ruptura en el gobierno insular

Bravo pidió al PP un puesto en el Senado y elevar a su hijo a 'número dos' del Cabildo

Soria revela que el presidente del Cabildo pidió ser senador o tener un puesto en el Gobierno canario

Bravo pidió al PP un puesto en el Senado y elevar a su hijo a 'número dos' del Cabildo

El presidente del Cabildo de Gran Canaria, José Miguel Bravo de Laguna, abandonó el Partido Popular (PP) tras reclamar sin éxito que su hijo Lucas Bravo ocupara el número dos en la candidatura a la institución y de exigir para él mismo un cargo público durante los próximos cuatro años, bien como senador autonómico o consejero del Gobierno de Canarias en el caso de que el partido entre en el Ejecutivo regional a partir de mayo.

Esas fueron las condiciones de Bravo de Laguna para seguir en el PP, según reveló ayer José Manuel Soria, presidente del partido en Canarias, que acusó a su excompañero de chantajear a la organización y de "envolverse ahora en la bandera de Gran Canaria" porque no consiguió lo que pretendía.

En una nueva escalada de declaraciones, que complica aún más la gobernabilidad del Cabildo de Gran Canaria, Soria arremetió contra Bravo de Laguna y le calificó de tránsfuga. En un acto del PP en Tenerife y en unas declaraciones posteriores, el también ministro de Industria, Energía y Turismo aseguró que el interés del presidente del Cabildo es seguir otros cuatro años en "cualquier cargo público", sea del gobierno o de la oposición.

"Es muy raro terminar toda una trayectoria y una vida política como un tránsfuga; desde luego no es la mejor manera de acabar", afirmó Soria, quien ofreció detalles de las negociaciones que han concluido con la ruptura de Bravo de Laguna con el PP y la creación de la plataforma Unidos por Gran Canaria, con la que concurrirá a la Presidencia del Cabildo en abierta confrontación electoral con los que todavía son consejeros de su gobierno insular.

"Hace cuatro años, cuando Bravo de Laguna me planteó si podía ser candidato a cualquiera de las instituciones en la que nos presentábamos, me dijo: 'Llevo ocho años en excedencia, en el sector privado, tengo 68 años, nunca he tenido un cargo ejecutivo y me gustaría que el partido me diera la oportunidad de encabezar una lista y eventualmente poder desarrollar una tarea ejecutiva; son los últimos cuatro años de mi vida política y me gustaría tener esa oportunidad", relató Soria. Siempre según la versión del líder regional del PP, habló de la propuesta de Bravo a la dirección nacional del partido y allí le respondieron: "Tú verás lo que haces".

Generosidad

"Entonces lo planteé aquí, a la presidenta insular del PP, que iba a ser la candidata al Cabildo, y aceptó generosamente, como siempre hace Australia Navarro; se apostó por Bravo porque era por una sola vez y porque era una persona que había prestado servicios al PP como presidente regional", subrayó Soria.

"Lo malo ahora", añadió, "es que han pasado esos cuatro años y ha dicho que no, que quiere seguir otros cuatro años en el Cabildo". Según Soria, cuando se le recordó a Bravo cuál era el acuerdo, planteó concurrir a las elecciones en otros puestos. En esas conversaciones, aparte del líder regional del PP, también participaron el secretario general del partido, Asier Antona, y Australia Navarro.

"Nos dijo que si el PP le promete ir de número dos al Parlamento de Canarias, para luego ir a las Cortes como senador autonómico, o que en caso de gobernar el PP tendría una consejería en el Gobierno regional, y sobre todo si se le promete que su hijo es el número dos al Cabildo de Gran Canaria, pues entonces no planteaba ningún otro experimento".

Ante esas reclamaciones de Bravo de Laguna, según Soria, "la dirección insular del PP, con muy buen criterio, le dijo que este partido nunca ha aceptado un chantaje ni lo va a aceptar ahora, y que sede luego es una situación absolutamente intolerable".

"También es totalmente falso el argumento que está ofreciendo Bravo para envolverse en la bandera de Gran Canaria, pues la única razón por la que se presenta a las elecciones es porque quiere, a partir de los 72 años, lo que es legítimo, seguir otros cuatro años en un cargo público", sostuvo Soria, quien aseguró que al presidente del Cabildo le da lo mismo "ser consejero en la oposición, en caso de que consiga el acta, o ser senador, o estar en el Gobierno autónomo, porque lo que le importa es seguir otros cuatro años". El PP, concluyó Soria, "eso no lo puede aceptar porque es un partido serio, no lo vamos a aceptar jamás, sea quien sea el que lo plantee".

El enfrentamiento abierto entre Soria y Bravo complica la tregua en Cabildo para intentar acabar el mandato sin enfrentamientos.

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