El invierno se resiste a abandonar las Islas. Aunque la estación más fría del año acabó oficialmente el pasado viernes, el tiempo sigue ofreciendo fenómenos meteorológicos que indican que la primavera aún no ha llegado. Una borrasca que durante los últimos días ha afectado al Archipiélago dejó ayer temperaturas mínimas por debajo de los 14 grados en Las Palmas de Gran Canaria o máximas de sólo 6 en la Cumbre. Además, trajo consigo fuertes chaparrones, que incluso llegaron a caer en forma de granizo en las zonas altas de la capital grancanaria. Las previsiones de cara a los próximos días apuntan a que continuará el ambiente gélido durante las noches, aunque se producirá un aumento de las máximas a lo largo de los días. Asimismo, remiten las precipitaciones, como mínimo, hasta el próximo fin de semana, por lo que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) levantó este lunes el aviso amarillo activado por intensas lluvias.

La explicación a las fuertes precipitaciones que durante el fin de semana y este lunes cayeron principalmente sobre Gran Canaria y Tenerife se encuentra en el golfo de Cádiz, como indicó Jesús Agüera, director territorial de la Aemet. "Allí se ha situado una bolsa de aire frío que nos ha mandado una banda de nubosidad bastante activa", que ha dejado registro de entre 40 y 50 litros por metro cuadrado en algunas partes de las islas centrales, apuntó Agüera. Esto, unido al viento del norte que llega estos días junto a las bajas presiones, ha llevado a que el mercurio apenas alcance máximas de 21 grados en las Islas, como precisó el meteorólogo.

El aire septentrional también ha dejado nevadas por encima de los dos mil metros de altura. Esto hizo que el Teide se vistiera durante las últimas jornadas con el manto blanco. Asimismo, se han producido intensas heladas en las cumbre de Tenerife y La Palma, que podrían repetirse este martes en las proximidades del Centro de Investigación Atmosférica de Izaña.

En Gran Canaria las precipitaciones heladas se resistieron a aparecer. Ello a pesar de que las temperaturas alcanzaron ayer mínimas de 3 grados en la Cruz de Tejeda, que registró la máxima a las 10.40 horas con 4,7 grados. En otros puntos de la Isla también vivieron un día gélido. En Valleseco el mercurio marcó una máxima de 10,1 grados, mientras que la mínima se situó en los 6,7. Más sensación de frío se sintió en la cara sur, concretamente en la zona de Cruz Grande, dentro del término municipal de San Bartolomé de Tirajana, donde la estación meteorológica de la Aemet alcanzó una mínima de 5,8 grados durante la noche y una máxima de 8,6 a las once de la mañana, según publicó la oficina estatal de Meteorología en su página web.

El frío compartió protagonismo en este inicio de semana con la mencionada lluvia, que sorprendió a los residentes de localidades como Tamaraceite, Siete Palma o Tafira, donde cayó en forma de granizo durante la mañana. Esto dejó tímidas estampas blancas en patios y calles de la zona. En el norte de la Isla también se produjeron precipitaciones localmente fuertes durante las primeras horas del día, que fueron remitiendo con el paso de las horas. Sin embargo, esto no ayudó a conseguir altos registros de precipitaciones. La estación que más agua recogió fue la de Cruz de Tejeda, que hasta el cierre de esta edición había acumulado hasta 27,2 litros. En el barrio marinero de San Cristóbal se registró 12,2 litros, que cayeron sobre todo a las tres de la madrugada y a las once de la mañana; y en Arucas se alcanzaron 5,2 litros por metro cuadrado. Los chaparrones dejaron pequeñas inundaciones en garajes y carreteras de Telde y Las Palmas de Gran Canaria. En el barrio capitalino de Lomo Blanco el zarpazo de agua que cayó a primeras horas de la mañana reventó dos tuberías de saneamiento. Las aguas fecales y restos de basura inundaron las calles Hermanos Toledo Suárez y Seminario, según denunció el presidente de la asociación de vecinos Seminario, Manolo Cabrera, quien añadió que "todos los años, cada vez que llueve revientan las conducciones, por el pésimo estado en que se encuentran". Además del reventón, las lluvias provocaron la caída de piedras, algunas de gran tamaño, en la calle de acceso a este barrio situado en uno de los lomos del barranco de Guiniguada.

Además de frío y lluvia, la borrasca también trajo consigo fuertes vientos en las zonas altas de las Islas, que afectó sobre todo a la provincia occidental. En Izaña las rachas alcanzaron los 108 kilómetros por ahora. Candelaria fue el segundo punto del Archipiélago que registró la mayor punta de aire este lunes con 78, mientras que en La Palma se superó los 60 kilómetros por hora en Puntagorda, Fuencaliente y Tijarafe.

A pesar de esta inestabilidad, la previsión de cara a los próximos días apuntan a que la borrasca tenderá a desaparecer, por lo que habrá una mejora de las condiciones meteorológicas. Como señaló ayer Agüera, está previsto que comiencen a subir las temperaturas máximas a lo largo de los próximos días, aunque los registros mínimos seguirán estando entre los 13 y 14 grados en Las Palmas de Gran Canaria debido a que el viento frío del norte seguirá soplando hasta el sábado, cuando se espera que vuelvan a aparecer los alisios del noroeste. Asimismo, no se esperan precipitaciones durante la semana hasta el la jornada sabatina, cuando podría caer algún chubasco aunque sin la intensidad con la que ha aparecido durante los últimos días.

Agüera vaticinó una primavera tranquila, en la que no se esperan cambios significativos. Incluso comentó que la borrasca que ha afectado a las islas "ha sido u n último coletazo del invierno" en un mes de marzo que si ahora vive un ambiente gélido comenzó con temperaturas que superaron los treinta grados debido a la calima durante el primer fin de semana.