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Entrevista. Doctora en Comunicación

Jacqueline Sánchez: "Hace falta un pensamiento más crítico en las nuevas generaciones"

"La educación en audiovisuales no puede ser eventual, sino permanente para que dé sus frutos", apunta la experta

Jacqueline Sánchez, en las Jornadas de Familia y Comunidad. SABRINA CEBALLOS

¿Qué aborda en su ponencia Cinco enseñanzas inspiradoras para la vida a través de la educación mediática?

Doy a conocer la educación en medios, que muchas veces se tiene como algo extraño, y que se aprenden en los niños cuestiones importantes para la vida. Tengo un taller que se llama telekids, que en 2016 hará 20 años que lo fundé. Estamos ubicados en Sevilla, aunque hemos impartido talleres y sesiones especiales de educación mediática también en Venezuela, México y Colombia.

¿Qué hacen en el taller?

Que los niños de ocho a once años produzcan películas, en diversos formatos tanto para televisión como para cine, y que aprendan a ver críticamente los medios. Les enseñamos muchas cosas y se sienten capaces de ser productores y directores, mejoran el diálogo con sus familias, que es algo que no habían hecho antes, y pueden hablarlo con sus padres y sus amigos. Sienten que a través de sus propias producciones, otros niños del mundo conocen su propia visión de distintos aspectos. Se les crea un entusiasmo por una actividad diferente. Dos de nuestros cortos han ganado un premio internacional del Festival Plural Plus de las Naciones Unidas.

¿Cuáles son esos cortos?

En el año 2012 uno de nuestros niños de 11 años ganó ese premio de ir a Nueva York a recibirlo con el corto ¿De verdad piensas eso de mí? sobre la emigración y la tolerancia para vivir en paz; y en 2014 otro niño, que se llama Aldo, se presentó con un corto de animación Todos necesitamos ayuda, y lo ganó. Es el primer caso que un taller recibe dos premios de la ONU. Aldo es un niño de naturaleza callada que de pronto vio que podía hacer cosas a través del taller y ser capaz de dar una conferencia en inglés en la sede de las Naciones Unidas.

¿Qué pretenden?

Reivindicar la necesidad de que la educación en medios vaya y esté en las escuelas. No puede ser una actividad eventual, sino que tiene sus frutos si se da a lo largo de la vida escolar de un niño.

¿Cuál es su balance de la experiencia de casi 20 años de taller?

Somos unos activistas de la educación en medios. Llevamos mucho tiempo haciendo esto fuera de nuestro trabajo. Yo trabajo en la Universidad de Sevilla, pero esto lo hacemos porque nos gusta. Viajamos con los niños a festivales, aunque eso no es el objetivo. Un corto gana o pierde. Acabamos de llegar de Plasencia del Festival Plasencia en Corto, que tenía una parte para niños y ahí no ganamos. Pero fueron los pequeños y aprendieron en los talleres, se dieron cuenta de lo que otros niños están haciendo. Hay otros talleres en Latinoamérica, que tienen los mismos objetivos que son enseñar a los niños a través de la práctica.

¿Cuál es su lema?

El niño será mejor espectador crítico en la medida que aprenda cómo es el mundo tras los medios; saber cómo le pueden manipular; qué recursos utilizan para manejarlos, qué ideología se transmiten por los medios. ¿Por qué? Porque ha estado detrás y ya sabe cómo se hace la edición, igual que el periodismo, cómo escojo unas partes de las entrevistas y otras no. Mientras más conocimiento tenga él ante la pantalla será más crítico, no solo del cine y de la televisión, sino sobre cualquier contenido.

Estamos en una época en que los niños ya nacen en el mundo audiovisual, ¿eso facilita la educación y el trabajo en talleres?

Nosotros pensamos que los niños si tienen cercano los medios, los maneja con rutinas, que se aprenden, pero eso no quiere decir que sepan lo que están haciendo. Hay trabajos ya publicados, en los que se comprueba que los niños, como cualquier ser humano, pueden aprender una rutina y buscar una aplicación en un juego para jugar y ubicar en la pantalla rápidamente las cosas, pero eso no quiere decir que tenga una educación para los medios; ni tampoco significa que sea crítico. Lo que nos facilita es que en la parte tecnológica el niño es más rápido ahora que antes. Cuando comenzamos lo hicimos con un método analógico y ahora estamos en una era digital, con lo cual el niño es más rápido. Pero lo que nos facilitan es la rapidez, no lo otro, la formación crítica, que la aprende como cualquiera de nosotros. Pensamos que los niños son digitales y lo saben todo. Eso es una maldad y no podemos ponerle esa responsabilidad al niño porque ha nacido en esta época y le hemos puesto un iPod nada más cumplir tres o cuatro años.

¿Qué enseñanza aporta la educación mediática a los más pequeños a través del taller?

A inventar, hacer, sentir ánimo, realizar todo esto con alegría. Ellos conocen lo que han hecho otros niños en el taller telekids, y otros alrededor del mundo, y eso también les sirve de inspiración. No olvidemos que el audiovisual es sobre todo emoción, se percibe desde lo emocional, y por ello los niños sienten atracción por los contenidos de los medios. En nuestra experiencia, cuando los niños están creando les pasa lo que a los grandes artistas, no quieren parar la sesión del taller ni para merendar. ¡Están creando!

¿Qué es lo que sugiere?

Que escuchemos a los niños. Los medios audiovisuales hacen programas infantiles, pero no escuchan lo que los niños quieren. Producimos programas por lo que pensamos que ellos deben saber, pero no les preguntamos. No los consideramos ciudadanos, ni realmente personas libres con un pensamiento crítico, posible. Los llevamos por un lado o por otro, cuando ellos tienen sus propias opiniones, son creativos. Además, los padres deben preocuparse por actualizarse en los contenidos y en la forma, porque les regalan muchas veces equipamientos a los niños tecnológicos y ahí se quedan. Hay una brecha realmente entre padres e hijos, porque los medios en vez de unirlos, los separan.

¿Qué le han parecido las jornadas sobre familia y comunidad de Agüimes?

Me han impresionado positivamente y gratamente. No pensaba que tenían esta apuesta tan profesional y tan profunda. Lo que ha habido con Zygmunt Bauman y Alexsandra Jasinska ha sido impresionante. Ha estado muy bien tomado todo. Tiene coherencia todo el programa. Estoy de acuerdo con Bauman: hay una sociedad líquida en la que nos adaptamos a todo, pero hace falta el pensamiento crítico sobre todo en las nuevas generaciones, porque no tienen la experiencia de vida que quizás nosotros tenemos.

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