Casi 800 personas, la mayoría estudiantes de Secundaria de Agüimes, Ingenio y Santa Lucía, participaron ayer en la primera jornada del X Seminario Internacional de Comarcas Sostenibles del Sureste, siguiendo con mucha atención las ponencias sobre La huella ecológica del mundo de Sebastián Winkler y Construir soberanía alimentaria desde lo local para la sostenibilidad, de Fernando Fernández.

El presidente de la Mancomunidad, Antonio Morales, lamentó, en la presentación de las jornadas, que en Canarias se siga "defendiendo los intereses de los lobbies petroleros y gasistas y poniendo en riesgo a un territorio frágil en el que empiezan a aumentar las temperaturas, el nivel del mar y la desertización; a aparecer peces tropicales y legiones de aguavivas y a sucederse fenómenos meteorológicos adversos". "Estamos a la cola de la lucha contra el cambio climático y en la producción de energías renovables. Producir energía con fósiles cuesta cada año 1.500 millones más que en la península. Tenemos las mejores condiciones del mundo para garantizar nuestra soberanía energética y las desperdiciamos irresponsablemente".

En tal sentido, el experto en Soberanía Alimentaria, Fernando Fernández, indicó que hay que "construir la gobernanza alimentaria desde lo local, porque creemos en un municipalismo transformador que amplíe el gobierno y la participación dentro y fuera de las actuales estructuras existentes". Señaló que la densidad de población canaria permite la recuperación del suelo agrícola "y es necesario apoyar a los jóvenes para revitalizar las zonas rurales".

"Pero es importante democratizar el acceso y uso de la tierra. En Canarias hemos perdido en los últimos diez años el 25% de la superficie agraria útil, pero, además, la dimensión media de la explotaciones ha aumentado en un 25%, con lo que cada vez más hay menos explotaciones y más grandes". "El planteamiento de la soberanía alimentaria es que hayan muchas y lo más extendida posible".

Para Fernández, "los precios actuales de la tierra son inaccesibles para los jóvenes que se quieran incorporan a la agricultura, porque en Canarias para disponer de una hectárea se necesita 76.000 euros". E invitó a las instituciones públicas a poner a disposición de jóvenes y parados "el 8% de la tierra rural de titularidad pública, unas 6.000 hectáreas, sería un importante paso para la soberanía alimentaria".