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Cabildo Ruptura en el gobierno insular

El PP exige a Bravo que se marche

Los consejeros del gobierno se enfrentan al presidente y le acusan de anteponer sus ambiciones personales al interés de la Isla - PSOE y NC alertan sobre "el esperpento" que sufre el Cabildo

Bravo de Laguna, en el Pleno de ayer. Q. CURBELO

Los consejeros del Partido Popular (PP) en el Cabildo de Gran Canaria exigieron ayer a José Miguel Bravo de Laguna que abandone la Presidencia de la corporación "de manera inmediata" y le acusaron de "chantajista" por interponer su "ambición personal" a los intereses de la Isla. Y todo eso al mismo tiempo que sostuvieron un día más al gobierno de Bravo de Laguna y votaron disciplinadamente todos los asuntos que se trataron en el Pleno, en una pretendida "normalidad" en la gestión diaria que la oposición calificó de "desgobierno" y "esperpento".

La ruptura entre el presidente y los miembros de su gabinete es casi total y no lo pudieron disimular cuando los socialistas preguntaron a Melchor Camón por las razones de su cese en el Patronato de Turismo. Bravo de Laguna no dejó intervenir al consejero y asumió él mismo la respuesta al ser el responsable de esa destitución, lo que aprovechó para lanzar nuevas sospechas de "irregularidades" en la gestión y en los gastos del consejero de Turismo.

Camón asistió perplejo a esas acusaciones y al posterior rifirrafe entre Bravo de Laguna y el socialista Augusto Hidalgo a costa suya. Solo al final consiguió que el presidente le diera la palabra, aunque a regañadientes. "Ahora la vamos a terminar de liar", comentó. Evidentemente, el consejero de Turismo desmintió todo lo anteriormente dicho por Bravo de Laguna. Para regocijo de los representantes del PSOE y de NC, que se frotan las manos con esas disputas públicas.

A esa hora aún no se conocía el contenido de la bomba que preparaba la dirección insular del PP, un comunicado que sorprendió en su dureza hasta a los propios consejeros del Cabildo, firmantes del mismo. En ese escrito, elaborado en coordinación con Auxiliadora Pérez y Larry Álvarez, el grupo Popular no solo exigió a Bravo de Laguna que devuelva las competencias a Camón, sino que le tachó de "chantajista" y le pidió una vez más que renuncie al Presidencia y entregue el acta.

El primer Pleno tras la ruptura de Bravo de Laguna con el PP ya empezó de forma accidentada. El consejero Francisco González chocó con una motocicleta al salir de su casa en Mogán y no pudo asistir. Tampoco acudió por enfermedad el portavoz de CC, Fernando Bañolas. Al ser el único representante que le queda a ese grupo, hubo que retirar del orden del día sus iniciativas.

Consejeros no adscritos

Bañolas tiene nuevo vecino en el salón de la Casa Palacio, Aladino Suárez, expulsado junto a Bravo de Laguna del grupo Popular y ahora encuadrados entre los consejeros no adscritos, donde ya estaban los también tránsfugas de CC-CCN Juan Domínguez y Antonio Hernández Lobo. El PSOE también tuvo ayer un consejero menos por la renuncia de Isabel Guerra, que se ha ido a NC.

El primer punto del orden del día fue precisamente la toma de conocimiento del cambio de Bravo de Laguna y Aladino Suárez a los no adscritos, que se intentó cerrar sin debate. Ante la insistencia de la portavoz del PSOE, Carolina Darias, se abrió un turno de palabra que solo utilizaron ella y el propio presidente, con el transfuguismo como cuestión de fondo.

Pese a que la tensión iba en aumento, la mayoría de las propuestas del gobierno se aprobaron por unanimidad en clima de consenso. Esa fue también la pauta en los ruegos y preguntas, hasta que Augusto Hidalgo planteó la "insólita" crisis en el Patronato de Turismo. El consejero socialista dirigió su interpelación a Melchor Camón y encontró petróleo en la respuesta de Bravo de Laguna.

El presidente aseguró que Camón fue destituido por firmar una propuesta que es "nula de pleno de derecho", por lo que tuvo el correspondiente reparo de Intervención. "Y no es un reparo cualquiera; llamarlo irregularidad es un calificativo suave, le he retirado los poderes en el Patronato de Turismo porque no sé cómo los estaba utilizando. Y por decirlo claro, no es el único reparo que tengo de esa naturaleza", añadió. Para rematar las críticas a su ex compañero, al que mantiene como consejero de Turismo, recordó que el pasado martes, 24 de marzo, tuvo que levantar ocho reparos sobre gastos de Camón, por más de 30.000 euros, que no tenían consignación presupuestaria, aunque están justificados por su actividad.

Ante la afirmación de Hidalgo de que un reparo de Intervención no es argumento para una destitución tan fulminante, pues en ese caso "tendría que echar a medio gobierno", Bravo de Laguna insistió en que Camón "prescindió total y absolutamente del procedimiento administrativo" en su propuesta de elevar el salario a una trabajadora del Patronato.

En medio del revuelo, Camón hizo gestos para que le dejaran hablar y al fin lo consiguió. Dijo que el documento que provocó su cese era "solo un borrador" que dejó sobre su mesa al irse a la feria de Berlín y alguien lo tramitó sin su consentimiento. En todo caso, dijo que lo que se tramitó fue una fotocopia y no produjo ningún gasto a las arcas públicas, por lo que reiteró su inocencia.

Minutos después, Camón y sus compañeros tuvieron la oportunidad de devolverle la moneda al presidente al aprobar una moción envenenada del PSOE para que las relaciones externas se realicen siempre por el Presidente o por un consejero electo. En el fondo, como el propio Bravo de Laguna intuyó en su respuesta, se trata de una desautorización de la labor de Kristina Cernousovaite, la coordinadora de esa área y asesora del presidente, cuyos viajes y gastos por un quincena de países levantan ampollas en el PP y han sido motivo de reiterados requerimientos de cuentas por parte del PSOE.

La traca final del PP contra Bravo de Laguna la puso el vicepresidente Carlos Sánchez, al acabar el Pleno y acompañado por todos los consejeros populares. "No podemos aceptar ningún tipo de chantaje y le solicitamos que devuelva su acta y deje libre la Presidencia al siguiente en la lista del PP", sentenció. Preguntado sobre si los ciudadanos van a entender que por un lado el PP pida su renuncia y por otro se mantenga en su gobierno, Sánchez negó que los consejeros sigan apoyando a Bravo. "Lo que ha decidido el partido es mantenerse en aras de su responsabilidad y seguir gestionando una serie de áreas", apuntó.

Carolina Darias tachó de "patética" y "tremendamente grave" la situación del gobierno insular. "¿Cuál es la normalidad? ¿La de un gobierno que le pide a su presidente que entregue el acta porque ya no es del partido? Eso es todo menos normalidad". Carmelo Ramírez habló de "inestabilidad y desgobierno" y culpó de ello al presidente regional del PP, José Manuel Soria.

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