"El origen del Espal está en una fuerte conciencia social y política. El origen humilde de Santa Lucía es una historia que ha marcado a la gente y nosotros entendíamos que el municipio no podía crecer y desarrollarse a espaldas del crecimiento de otros pueblos del Tercer Mundo". Así lo apunta la actual concejala de Solidaridad, Pino Sánchez, hija del fallecido Camilo Sánchez, que fue impulsor con Carmelo Ramírez del Espal.
La edil asegura que ese espíritu de solidaridad con los pueblos de África y América Latina lo siguen "manteniendo, porque el abismo de las diferencias entre los pueblos enriquecidos y empobrecidos se ha agigantado en estos 25 años, por lo que el Espal sigue siendo necesario". El Encuentro ha sido una plataforma de denuncia, como un espacio para la música, la formación y la cultura, como un canal de comunicación entre tres pueblos.
"La vocación atlántica de los canarios nos obliga a no olvidarnos de los pueblos empobrecidos de África y Latino América", destaca Pino Sánchez. En la misma línea, se expresa Antonio Ruiz, el segundo concejal de Cultura y Solidaridad de Santa Lucía que impulsó el Espal. "El Espal surge tras ser techado el Teatro Víctor Jara como plataforma solidaria de Canarias con los pueblos".
Ruiz resalta que "han habido eventos culturales, grupos musicales y muchas actividades que se han ido renovando y adaptándose a los tiempos. Cuando había mejores condiciones económicas, porque contábamos con el apoyo de los empresarios, del Gobierno de Canarias y del Cabildo, teníamos un programa de 15 días".
El exconcejal muestra su satisfacción "porque cuando pusimos en marcha el Espal lo hacíamos con intención de permanencia y los 25 años lo certifican. Es importante que siga existiendo con sus adaptaciones, porque la solidaridad va a ser necesaria por un largo tiempo".
Del mismo parecer es Inma Ramírez, quien estuvo al frente de la organización del Espal otros 10 años. "Después de 2002 el Encuentro incorporó aires nuevos con grupos importantes de música y con el desarrollo de actividades en las calles y en los barrios. Y es un valor a tener en cuenta ahora que cumple 25 años de vida en un tiempo donde es necesaria la solidaridad".
Le relevó al frente de la Concejalía de Cultura, Carolina Suárez, hasta que la asumió Pino Sánchez. "Aquí han venido importantes grupos musicales del calado de Mercedes Sosa, que abarrotó el Teatro Víctor Jara, pasando por Amadú Mediá, una propuesta más africana, y exponentes musicales de la Península y Canarias". Durante los 25 años han actuado en Santa Lucía unos 150 artistas relevantes de Perú, Chile, Argentina, Cuba, Uruguay, Bolivia, El Sáhara, Costa Rica, Senegal, Paraguay, Zaire, peninsulares, canarios, México, Nigeria, Guatemala, Sierra Leona, Guinea Bissau, Guinea Ecuatorial, Cabo Verde, Sudán, El Salvador, entre otros. Además, han sido muchas las experiencias que se han compartido y se ha presentado vídeos y ciclos de cine. "También hemos hecho un monográfico sobre Palestina, con quienes nos hemos sentido siempre muy unidos", señala Pino Sánchez. El coordinador de Solidaridad, Antonio Guedes, también destaca que "la música, las exposiciones, las conferencias y otras actividades han sido una manifestación en favor de la solidaridad, de respeto a la identidad cultural de los pueblos y un grito por el cambio de un nuevo orden mundial". Y apunta que "en los últimos años se ha hecho un esfuerzo de acercamiento del Espal a los más jóvenes con diversas actividades en los centros educativos".
Por otro lado, el Espal busca nuevos horizontes y se acercará también a los colegios e institutos con una nueva iniciativa, el Educaespal, que del 13 al 24 de abril recorrerá los centros en una clara y firme apuesta por la educación en valores y el desarrollo de la cultura solidaria, a través de Cuentacuentos o proyecciones, además de la extensión del Espal en la zona Urban, a la que llevará el taller de décimas 'La palabra también emigra', y otros de danza, percusión, máscaras y otros elementos interculturales. El Espal busca también mostrar desde la escuela la necesidad de mostrar la solidaridad y alejada del mundos del egoísmo personal. Todo un reto.
