El periodista grancanario y amigo, además de antiguo "compa" en RTVE, Pepe Martín Ramos, recibió ayer sábado, el título de Hijo Predilecto de Santa Brígida, en base a un acuerdo de la corporación satauteña que preside la popular Beatriz Santana. Un reconocimiento que se hace en vida de una persona y eso siempre es mas plausible, puesto que muchas veces se reconocen los merecimientos de la gente una vez que nos han dejado. En mi opinión, a Pepe Martín Ramos se ha tardado tiempo ya no solo en reconocerle sus méritos personales en un pueblo tan querido para nosotros como es Santa Brígida, sino que como "aldeanos" y a veces envidiosos, no tenemos en cuenta una trayectoria profesional como la suya.
José Martín Ramos es un profesional de los Medios de Comunicación hecho así mismo y que ha empezado desde abajo, como siempre lo han hecho los individuos que han superado un sin fin de dificultades. Es un periodista jubilado y vecino del barrio de La Atalaya, en el que algunos de sus paisanos ilustres han moldeado el barro con maestría. Ha ejercido su profesión de informador durante más de 40 años. El empezó antes que yo en este mundo del periodismo. Aun recuerdo sus excelentes reportajes en el ya desaparecido "El Eco de Canarias", con Pío Gómez Nisa como director de ese diario. Pepe fue siempre un informador de raza, intrépido y con ansias de superación. Supo adaptarse a las difíciles circunstancias políticas de entonces, en plena dictadura, tiempos en los que había que "nadar y esconder la ropa..." Yo también empecé haciendo algunas colaboraciones en ese periódico en el verano de 1969, sobre algunas realidades terorenses y otros acontecimientos de aquella época, como por ejemplo un reportaje sobre el campamento de Tamadaba con las experiencias de algunos jóvenes que allí se encontraban.
En aquel momento en la redacción de "El eco" había algunos colaboradores muy jóvenes, procedentes de varios municipios de la isla, de Telde, de Moya, de Santa Brígida, etc. etc. Jóvenes de entonces que con el advenimiento de la democracia nos ubicaríamos en distintos medios de comunicación de las islas. En el años 1968 o 69, recuerdo que aquellos jóvenes participamos en un Seminario de comunicación, organizado por el Jefe de la unidad de Formación del Movimiento de entonces cuyas responsabilidades las ostentaba un hombre del deporte como fue Carlos García San Román. Al final dieron un "regalo" creo que fue un Diccionario del Periodismo, además de una gratificación económica. Al final había que "pasar por caja" y firmar los Principios del Movimiento Nacional. A los que los firmaron les dieron la compensación económica, y los que no, como fue mi caso, no nos dieron nada. Entre los que recuerdo, estaban Martín Ramos, Manuel Rodríguez Santana, de Moya, que hoy se ocupa de la información automovilística, y Cruz González, entre otros.
Del "Eco" Martín Ramos ahí marcharía a Televisión Española en Canarias donde llegó a ser Director de los Servicios Informativos, tras pasar por diferentes responsabilidades como redactor. Como responsable de este departamento, Pepe desplegó una actividad enorme, bajo los mandatos de Autrán, Pamplona, Pedro Macías, José Ramón Mediavilla y Pity Alarcón, entre otros, dándole un nuevo rumbo a los espacios informativos. La Televisión pública canaria, en aquella etapa, vivió aires de cambio, no solo en la política-- exigido por la joven democracia--, sino por el momento histórico de la televisión, que poco a poco fue transformándose desde aquellas instalaciones de la Casa del Marino hasta luego en Plazoleta Milton. Una televisión pública que tras aparecer las privadas, tuvo que innovarse y adaptarse a la feroz competencia de entonces. Pepe Martín Ramos tuvo que "espabilar" a unos redactores que hasta aquel momento vivían en un marco acomodaticio por que no había competencia. Eran los únicos y a TVE-C siempre se le esperaba, aunque llegaran tarde a los actos o ruedas de prensa. Gracias a sus amistades en la administración, nuestro amigo Pepe obtenía primicias y "primeras planas", también por su olfato periodístico y profesionalidad. También tuvo sus detractores, como aquel escritor grancanario, de fama nacional que le recordaba cada vez que podía, con mala leche, claro, lo del "agua embalsamada", que al bueno de Pepe se le escapó en uno de sus reportajes.
Hoy, como es lógico, nos unimos a su reconocimiento. Nos solidarizamos con el periodista que fue y lo es, pero también al concejal que fue en la primera corporación democrática de Santa Brígida, en el año 1979. Entonces fue el edil más joven de la corporación. Y también nos unimos al que fuera por varios años Juez de Paz satauteño. Pero nos unimos a un hombre inquieto, que protagoniza una "segunda oportunidad" en su vida, gracias al corazón que un donante anónimo le entregó hace año y medio, y cuyo trasplante tuvo lugar en el Hospital 12 de Octubre de Madrid. Pepe se muestra contento, no solo por vivir, sin por poder estar acompañado de tantos amigos que hoy se van a reunir a partir de las 11,30 en el Centro Cultural de la Villa de Santa Brígida, en un acto en el que recibirá la distinción de hijo Predilecto. Un reconocimiento que glosará el cronista oficial, Pedro Socorro, y lo rubricará la alcaldesa, Beatriz Santana y los restantes miembros de la corporación. ¡Felicidades, amigo Pepe!
