El cultivo de tuneras permitirá que la depuradora de aguas del Sureste funcione exclusivamente con biomasa, otro hito en la apuesta de esta comarca de Gran Canaria por las energías renovables. Será la primera instalación de este tipo en la Unión Europa que se alimente con el biogás que se genera al triturar esta especie vegetal autóctona. El objetivo es que las tuneras produzcan dentro de cinco años toda la electricidad que se necesita en el ciclo completo de la desalación y depuración de aguas de los tres municipios del Sureste.
La primera plantación de tuneras se inició ayer en un terreno de media hectárea situado junto a la Estación Depuradora de Aguas Residuales, en Arinaga, y participaron de forma simbólica el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales; los alcaldes de Agüimes, Óscar Hernández, de Santa Lucía, Dunia González, y de Ingenio, Juan Díaz; el rector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, José Regidor; el presidente de la Confederación Canaria de Empresarios, Agustín Manrique de Lara; y el gerente del Instituto Tecnológico de Canarias, Antonio Márquez.
En octubre se completará la plantación de un total de 13 hectáreas, en suelos urbanos e improductivos pertenecientes al Ayuntamiento de Santa Lucía, y en la primavera de 2016 se recogerá la primera cosecha destinada a la planta de biomasa, según informó Rafael Sánchez, gerente de la Mancomunidad del Sureste, quien apuntó que en esta media hectárea se realizará también una experiencia piloto para el máximo aprovechamiento de las tuneras y sus frutos. No obstante, precisó que estas plantaciones "se dedicarán exclusivamente a la obtención de biomasa".
Frente a las energías del viento o del sol, que no son constantes, este cultivo es una fuente permanente y gestionable en función de las necesidades de la depuradora. El sistema consiste en moler las tuneras e introducirlas en el biodigestor de lodos ya existe en la depuradora, aunque en desuso, explicó el gerente de la Mancomunidad.
Antes de coger la azada para plantar varias pencas de tunera, el presidente Morales aseguró que se siente "verdaderamente ilusionado" por la puesta en marcha de esta alternativa energética en el Sureste, que se podrá trasladar después al conjunto de la Isla. También insistió en que las renovables no solo acaban con la dependencia del petróleo y el gas, sino que permiten generar empleo, crear nuevas industrias y desarrollar la investigación.
"En Gran Canaria dependemos en un 95% de los combustibles fósiles y eso supone un gasto de 1.500 millones más, pese a que tenemos las mejores condiciones del mundo para avanzar en la soberanía energética", declaró Morales, quien sostuvo que "la biomasa permitirá estabilizar la red de la eólica y la fotovoltaica, y todo ello sin ocupar terrenos útiles para la agricultura.
Puso como ejemplo al hotel Cordial del Puerto de Mogán. Tras el accidente con gas propanado que causó dos muertos, la empresa turística apostó por la biomasa y eso le ha permitido ahorrar 118.000 euros al año, el 40% de su factura eléctrica. "El Cordial calienta un millón de litros de agua con la décima parte de lo que le costaba antes y hay que seguir buscando fórmulas para introducir las energías renovables porque queda mucho camino por andar", añadió.
Morales recordó que su programa de gobierno incluye la creación del Consejo Insular de la Energía y de un consorcio público con los 21 ayuntamientos para impulsar las renovables. "La biomasa es una alternativa al gas que pretenden imponer a la isla de Gran Canaria los poderes económicos y políticos; lo que está haciendo hoy la Mancomunidad del Sureste es una revolución para Canarias", recalcó Morales.
