No se recuerda una entrada en el gobierno del Cabildo tan accidentada como la suya. Tuvo que batallar contra sus compañeros de Podemos para firmar el pacto con NC y el PSOE, se vio salpicado por una denuncia de abusos sexuales el día antes de tomar posesión y se encuentra con una huelga de bomberos y con dos helicópteros contra incendios sin permiso para apagar fuegos. ¿Se ha arrepentido de dedicarse a la política?
No. En ningún momento me he arrepentido de dedicarme a la política institucional, que es solo una faceta más de la acción política. Llevo en ella toda mi vida con el propósito de contribuir a cambiar las cosas. Mi vocación sigue siendo la misma, cambiar la sociedad en la que vivo, mejorarla, y tengo un compromiso político que se extiende más allá de lo institucional. Al asumir esta responsabilidad me he visto en un estado de sobreexposición absoluta que no esperaba. Encabecé la lista de Podemos al ganar unas primarias y salí reforzado por el apoyo de la mayoría de las personas que participaron en esas elecciones, pero no le quiero dar más importancia de la que tiene. De la denuncia no tengo nada que añadir porque nunca hubo nada de nada. La huelga de los bomberos ya está desconvocada y en octubre empezamos a negociar con ellos desde cero. Y los helicópteros están operativos.
¿Por qué la dirección de Podemos no quería entrar en el gobierno del Cabildo?
No lo entendí muy bien. Una parte de la dirección del partido, no el conjunto, hizo una lectura equivocada del contexto actual. Hubo muy poca claridad de ideas respecto al momento histórico que estamos viviendo. Los errores en el análisis político se tradujeron en una estrategia equivocada en las negociaciones del pacto. Tuve claro desde el primer momento que estamos en un nuevo ciclo político. En Gran Canaria se dio un vuelco electoral y había que participar de forma decidida, con iniciativa y confianza en la capacidad que tenemos. Vamos a demostrar que Podemos tiene capacidad para contribuir a ese cambio. El gobierno del Cabildo es un ejemplo claro, pero hay otros, como el Ayuntamiento de Santa Brígida
¿Garantiza Podemos el apoyo a Antonio Morales durante los cuatro años o dependerá de lo que ocurra en las próximas Elecciones Generales?
Hemos firmando un pacto para todo el mandato y el gobierno está funcionando muy bien. En este primer mes se está demostrando que hay un respeto a los términos establecidos en el pacto. Tenemos un compromiso para garantizar un gobierno estable y se va a mantener los cuatro años, no puede estar condicionado por situaciones externas.
Sus adversarios en Podemos aseguran que es usted un topo de Antonio Morales y Nueva Canarias en el partido de Pablo Iglesias. ¿Hay algo de cierto?
Hubo una campaña de algunas personas intentando hacer ver que soy un infiltrado de NC en Podemos, pero es totalmente falso. Yo nunca he tenido vinculación política con NC y he sido crítico con muchas de las actuaciones de esta etapa y de la anterior, cuando muchos formaban parte de CC. Soy una persona de izquierda crítica, me considero un independiente, no soy un hombre de partido. Eso formaba parte de una estrategia para intentar desprestigiarme porque, desgraciadamente, algunas personas dentro de Podemos se han dedicado a eso.
Aparte de resolver el eterno conflicto con los bomberos del Consorcio, ¿qué objetivos tiene en el área de Medio Ambiente y Emergencias?
Acabar con la huelga de los bomberos es importante porque hay que conseguir que el Consorcio deje de ser un foco de conflictos y pase a ser noticia por lo que simplemente tiene que hacer, que es garantizar la seguridad de los grancanarios. Más allá de eso, este departamento tiene muchos más servicios. Tengo dos objetivos. Uno es implicar a la población, porque mucha gente no sabe lo que hace esta consejería. El otro es avanzar en los proyectos que están pendientes, en la gestión de los espacios naturales y en contribuir a mejorar la conciencia ecológica del conjunto de la Isla.
El pasado 29 de junio se cumplieron diez años de la declaración de Gran Canaria como Reserva de la Biosfera y, aparte de que nadie se acordó de celebrarlo, apenas se han visto resultados. ¿Se va a relanzar esa figura medioambiental?
Estamos aterrizando, pero me parece importantísimo fijar una estrategia integral para la Reserva. Hay que potenciar todo lo que nos ofrece esa declaración, no solo la conservación, sino para generar políticas de economía verde, crear empleo y garantizar que la población que quede en ese territorio.
La renovación del Oasis de Maspalomas está estancada por múltiples conflictos entre el Cabildo, el Gobierno de Canarias, el Ayuntamiento de San Bartolomé y los operadores turísticos. ¿Qué propuestas tiene el nuevo gobierno insular para esa zona?
Hay que hablar del Oasis dentro del conjunto en el que está, que son las Dunas de Maspalomas. Ese espacio natural tiene una problemática acentuada que no termina de resolverse y puede llevar a un deterioro progresivo por la presión humana que está sufriendo. Es un reto de los próximos años, porque se corre el riesgo de que ese valor natural, que es un reclamo de Gran Canaria, se vea muy perjudicado en un periodo corto o medio de tiempo. Toda la actuación que hagamos en esa zona tiene que estar ligada con esa idea integral. Tenemos un proyecto maravilloso y vamos a invertir mucho dinero en restaurar el parque medioambiental Tony Gallardo.
¿Hay que paralizar el crecimiento turístico en Gran Canaria o queda espacio para más hoteles?
El acuerdo que hemos tomado en el Cabildo es que no se puede seguir ocupando suelo y que el modelo turístico no puede estar vinculado a la especulación urbanística. Así no se puede seguir. Hay que rehabilitar la planta alojativa e invertir en I-D+i en el sector hotelero, pero también hay que mejorar las condiciones de trabajo y que el turismo revierta en el conjunto de la población. Eso pasa por erradicar el modelo turístico especulativo para que contribuya a la distribución de la riqueza.
Como usted, muchos representantes de Podemos proceden del movimiento ecologista, ¿tendrán vía libre en el Cabildo para desarrollar sus propuestas en lugares como Veneguera, Santa Águeda o La Aldea?
Los que hemos participado en el movimiento ecologista tenemos una visión de las cosas y debemos hacerla llegar a la institución. Una es la de proteger la naturaleza y el Cabildo ya hace mucho en reforestación o restauración, pero también hay que utilizar el medio ambiente como un elemento de cambio en la sociedad. No solo es que tengamos vía libre, sino que va en nuestro ADN y tenemos ahora la oportunidad de sacar adelante esos planteamientos. El caso de Veneguera es un ejemplo claro. Hablaremos con los propietarios para que Veneguera sea lo que dice la Ley: un sitio en el que se dé la reforestación; la restauración de valores naturales y culturales; el uso público de la playa; que se vincule al desarrollo de productos agrícolas ecológicos; y que todo eso revierta sobre la población de Veneguera. Y hay muchos otros sitios como ese, tenemos 33 espacios naturales.
El Cabildo está librado su primera batalla institucional por la regasificadora. ¿Qué actitud mantendrá Podemos?
El gas no es rentable económicamente porque frena las energías renovables y no soluciona los principales problemas energéticos que tiene Canarias, sino que vuelve a incidir sobre lo mismo. Volveríamos a tener el problema de la dependencia exterior, aparte de que es otro combustible fósil y contaminante. Si queremos avanzar en la penetración de las renovables en el Archipiélago, el gas es un obstáculo. El PP quiere ponerle un obstáculo a la isla de Gran Canaria para que no sea puntera en las energías renovables y son responsables de ello quienes están en esa estrategia , tanto los dirigentes del PP como el presidente Clavijo con sus declaraciones. La posición del grupo de gobierno del Cabildo es absolutamente firme en defensa de las energías renovables y contra la regasificadora.
