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Examen urbanístico de San Bartolomé de Tirajana Fichas turísticas (IV)

El plan dota a Meloneras y Santa Águeda de 11.874 nuevas camas

El grupo Lopesan proyecta levantar en la zona el hotel más grande de Gran Canaria

Bahía del Pajar, con la cementera al fondo, ubicada en la zona de Santa Águeda. LA PROVINCIA / DLP

San Bartolomé de Tirajana, a través del nuevo plan de ordenación urbanística, prevé ampliar su oferta turística con 11. 678 nuevas camas en el campo de golf de Meloneras y Santa Águeda, la única zona virgen del litoral del municipio. El documento que ha elaborado Gesplan permite la construcción de 6.874 nuevas camas en el enclave deportivo del Faro de Maspalomas y otras 5.000 en los terrenos ubicados entre Pasito Blanco y Arguineguín. El grupo Lopesan, dueño de dos parcelas en el recinto de hoyos, proyecta levantar en la zona el hotel más grande de Gran Canaria, con más de 2.500 plazas turísticas. En la denominada nueva ciudad turística se fomentará más la oferta de ocio que la construcción de hoteles y villas.

Al margen del debate social que ha generado el nuevo planeamiento urbanístico de San Bartolomé de Tirajana en las zonas en las que el uso residencial y el turístico se solapan; el documento también recoge la normativa a la que están sujetos los empresarios que deseen invertir en los suelos vírgenes del municipio.

En concreto, la expansión de la ciudad turística se proyecta en dos ámbitos: al oeste del litoral de Tirajana, que comprende el campo de golf de Meloneras y Santa Águeda, y en la costa de Tarajalillo.

El planeamiento, que se encuentra en exposición pública hasta el próximo 1 de octubre, da luz verde para que se construyan casi 12.000 nuevas plazas turísticas en los suelos aún no urbanizados que se ubican en las inmediaciones del barranco de Arguineguín. Sin embargo, la normativa advierte que el enclave de Santa Águeda nacerá con la clara finalidad de potenciar la oferta complementaria de ocio del Sur en detrimento de la hotelera, que pasa a un segundo plano.

Con una extensión de 1.054.000 metros cuadrados de suelo urbanizable, esta pieza turística aún se encuentra en proceso de ejecución. Según recoge la memoria de ordenación del nuevo plan de San Bartolomé "se considera adecuado" propiciar en esta zona "nuevos establecimientos turísticos más ajustados a la demanda actual del mercado". El Parlamento de Canarias declaró de interés general en 2007 un proyecto denominado Gran Hotel & Villas para esta zona, al que deben acogerse los inversores que levanten nuevas edificaciones en el campo de golf.

El documento, que ha redactado el Ejecutivo a través de Gesplan, autoriza que el enclave adquiera en el futuro una capacidad alojativa de 6.874 plazas turísticas. Eso sí, las nuevas edificaciones deberán integrarse en perfecta "armonía" con las bondades del paraje natural, de manera que no rompan en ningún momento "el campo visual" del enclave, con montaña a un lado y mar al otro.

La situación estratégica de estos terrenos cercanos al Faro de Maspalomas ha despertado en los últimos años gran interés entre el empresariado del Sur.

El grupo Lopesan, propietario de dos parcelas en el campo de golf, proyecta construir en la zona un hotel "emblemático" con capacidad para más de 2.500 camas turísticas. La infraestructura, por tanto, se convertiría en el "hotel más grande de la Isla", al superar las cerca de 2.300 plazas alojativas del hotel Costa Meloneras, también propiedad de Lopesan.

No obstante, la intención del grupo que preside Eustasio López es situar el complejo en el suelo del campo de golf más cercano a la costa, con vistas al futuro muelle deportivo que la cadena hotelera pretende construir también en Meloneras.

Para ello, el suelo del que dispone Lopesan en el campo de golf tendría que someterse a un proceso de remodelación. Una de las ideas que baraja el grupo turístico es trasladar los hoyos que se ubican en las inmediaciones del litoral hacia la montaña y levantar en su lugar uno o dos edificios.

La propuesta, que ha pasado por manos de arquitectos americanos, se asemeja a un gran "resort" con piscinas y restaurantes al estilo del Costa Meloneras. La oferta deportiva que ofrece el entorno se presenta como una gran oportunidad para atraer a clientes de alto poder adquisitivo.

Los terrenos aún sin edificar que se encuentran a caballo entre San Bartolomé de Tirajana y Mogán se destinarán, según el nuevo plan, para ampliar fundamentalmente la oferta de ocio del sur de la Isla. Eso no quita que en la nueva pieza turística de Santa Águeda se puedan construir 5.000 nuevas camas, pero desde un planteamiento pormenorizado.

El Plan Insular de Ordenación reserva esta zona para el desarrollo de futuros equipamientos turísticos, como campos de golf, puertos deportivos y parques temáticos. Los asentamientos, bajo un "meticuloso respeto al medio físico", se ubicaran en dos enclaves: el primero en torno al lomo de la playa de Las Carpinteras y laderas bajas hasta al barranquillo de Cometa y, el segundo, desde la Cañada del Galeón hasta el mar.

Para la instalación de la oferta turística complementaria, el plan también fija dos ámbitos. Uno, en Montaña Arena donde ya se vaticina la instalación de un campo de golf y otro en el Llanillo, "emplazamiento que cubre un amplio espectro de posibilidades y usos".

El plan, además, recoge futuras actuaciones para recuperar el puerto comercial de la Bahía del Pajar con el fin de transformarlo en un equipamiento deportivo.

En los suelos rústicos, "únicamente se podrá desarrollar equipamientos turísticos sin oferta alojativa asociada" y en los urbanizables la normativa establece las siguientes determinaciones. La superficie mínima del sector será de 100 hectáreas, con una densidad bruta máxima de 10 plazas por hectárea en un techo máximo de 5.000 plazas para toda la zona. "De las plazas turísticas resultantes, como mínimo el 50% deberán ser hoteleras con categoría de cinco estrellas y el resto podrán ser plazas en villas o bungalows de cuatro llaves". Además, el documento determina que solo "se podrá destinar un 15% de plazas a alojamiento temporal". Todas estas edificaciones deberán estar acompañadas de una oferta de ocio estructurada.

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